sábado, diciembre 30, 2006

A mí me dieron un día..

2006. dic. 30













A mi me dieron el mar




con tal de olvidarte,




a mi me dieron el mar




para no besarte,




a mi me dieron las nubes




para volar




lejos de ti,




a mi me dieron las nubes




para fingir




que no existías.





A mi me ofrecieron el bosque




para perderme en tu mirada.




A mi me ofrecieron el bosque




para alejarme de la oscuridad.




A mi me ofrecieron las olas




para vivir en tus besos.




A mi me ofrecieron las olas





para adivinar tu sabor.




A mi me ofrecieron dos estrellas





para vernos reflejados en la noche.




A mi me ofrecieron dos estrellas




para coger tu mano
en silencio.




A mi me ofrecieron una iglesia




para creer



que yo soy ella.




A mi me ofrecieron una iglesia




para hablar contigo
detrás de ella.




A mi me ofrecieron una voz




para decirte
cuánto te quiero.




A mi me ofrecieron unos brazos





y una boca





para demostrártelo,




una sonrisa





para enseñártelo,




y unos ojos






para que veas
cómo lo hago.













Y es que lo pequeño es siempre lo que más ocupa...
Para Juan.

viernes, diciembre 29, 2006

Una rosa

2006. dic. 29


Los sueños dulces saben amargos, saben a lágrimas, a miedo, a cariño, a pasión. Los sueños dulces saben a miel, a sal, a música, a una voz cantando en la oscuridad.


Los besos agrios saben a algodón de azúcar, a las olas rompiendo en las rocas, a dos manos buscándose furtivas, a las promesas que se hacen sin querer. Los besos agrios saben al arrepentimiento, a miedo, a los dias que pasan del calendario, al batir de alas... a los rayos del sol.


Los pensamientos furtivos están hechos de alquimia, de canciones, de pasiones, de nombres de personas, de deseos en la oscuridad, de abrazos solitarios y noches de almohadas vacías, de palabras susurradas al aire.


El amor está hecho... ¿de qué estás hecho?

Y ya...

2006. dic. 29


"- Me perturbas- había dicho- pero también me intrigas"



Eres la cosa más rara, extraña, multiforme, adorable y enrollada que jamás, en todo lo que llevo de vida, he tenido el gusto de echarme a la cara...

O tal vez es sólo porque me molesto en saber quién eres...

jueves, diciembre 28, 2006

La estrellita, la Niña, y la Personita

2006. dic. 28




Nuevas fuerzas, nuevas alegrías me asaltan la mente esta mañana. Has sido, sin yo saberlo, sin tu quererlo, el deseo que se le ha concedido a una niña caprichosa de quince años un veintisiete de julio. Hace un año, una niña se sentía sola, y viendo a una estrella fugaz pasar, le suplicó, entre lágrima y lágrima, que le concediese una persona que la amase y a la que amar para toda la vida; le pidió que trajese esa persona que seria especial para ella cuando tuviese dieciséis años.


Y llegó el día del decimosexto cumpleaños de la Niña, y comenzó a esperar. Le pasaron muchas cosas en ese tiempo en es que cada día era una espera constante e inconsciente. Se dio cuenta de que sus amigas no eran sus amigas, que entendía mejor a los hombres que a las mujeres, que le gustaba cantar bajo el sol del verano; también conoció a muchas personas, una más especial que las demás, y profundizo en los sentimientos de personas que ya conocía.


Pero poco a poco, el tiempo iba pasando, incesante, sin pausa, y ella no sentía nada, no veía nada, hasta que un día se dio cuenta que hacia tiempo que una Personita ocupaba su mente por completo, se dio cuenta de que esa Personita le decía cosas realmente bellas, y que sabia hacer como nadie que sonriese y que se olvidase de sus penas. La Niña, tras días de dudas y de estudiar a esa Personita que se había convertido en alguien tan especial, a lo que sentía, decidió decírselo todo, claro y sin rodeos.

Al principio la Niña pensó que esa Personita podía llegar a sentir al menos un poquito de lo que sentía ella, y fue increíblemente feliz por unos días. Ya casi ni pensaba en la estrella a la que le había susurrado que quería ser feliz. Y un día, sin previo aviso, esa Personita le dijo que no sentía lo que ella, que quería seguir siendo libre. La Niña asintió, y se dispuso a dejarlo ir, a seguir ella con su estrellita. Sólo se permitió llorar el desengaño tres noches y un día, y después siguió como si esa Personita nunca hubiese estado en su vida, como si las cosas que sentía fuesen producto de su imaginación, como las historias que se inventaba.


Pasaron algunas semanas, semanas que, aún hoy, a la Niña le parecieron eternidades, y una mañana de veintitrés, esa Personita tocó en su puerta, y le dijo que quería verla. A la Niña le asaltaron un millón de emociones contradictorias, y ninguna. Amor, ternura, rabia, confusión, nervios, expectación... Aceptó verlo, y él le dijo que no se la podía sacar de la cabeza... del corazón. Y a ella se le derritió el alma ante unos ojos que conseguían hechizarla y que le decían que querían llegar a amarla.


Y ayer le prometió a la Niña tantas cosas, le dijo tantas otras, que le hizo acordarse de la estrellita.


A la Niña sólo le queda por agradecer a la estrellita y responder con todo el amor con el que es capaz de expresar en una pantalla de ordenador, que esas palabras le llegaron a lo más hondo del alma.

miércoles, diciembre 27, 2006

Versos del dia después de Navidad

2006. dic. 27 (del 26)





Buscar tu mano
para rozarla sin querer.
Buscar un pretexto
para acercarme a ti,
sin que me veas.
Beber tus ojos
para creer
que Dios existe
en cada palabra que pronuncias,
en cada gesto que se te escapa.
Sentir
que ahora sí,
que las estrellas,
esas que se ven pocas,
esas mismas,
serán testigos
del único momento que no se repetirá jamás,
que se hace esperar.
Y de nuevo sentir
que aún no,
que el juego sigue.
Amarte es
divertirme
pidiendo ayuda
para escribir algo con sentido
a excepción de un
Te Quiero.
Be the love generation.

martes, diciembre 26, 2006

Benditos ojos que me esquivaban...

2006. dic. 26


No sabía que era él, ese chico tímido que se sentaba en la esquina, el que iba a tener el control de su corazón, de las veces que acelerase el pulso, no se podía imaginar cuan enamorada llegaría a estar de sus ojos, de sus palabras, de él. Nunca se lo había imaginado así. Un día, ella leyó algo que él había escrito, posiblemente para ella, tal vez para nadie, nunca le dijo para quién era. Era un poema, y en él expresaba cosas dolorosamente bellas. Y quiso quedarse así para siempre, absorta en sus palabras, sumergida en besos que tal vez algún día llegaría a saborear... besos con sabor a sal.

Había noches en las que se despertaba a las cinco de la mañana, y, con la cabeza recostada en la almohada, escuchaba el silencio de la casa, el tic-tac incesante, y de repente, ruidoso de los relojes.



No tengo ni la menor idea de cómo voy a hacer yo, para seguir entera cuando te vea...







lunes, diciembre 25, 2006

Soy yo...eres tú... Mi regalo

2006. dic. 25


Me marea el hecho de tener la página en blanco ante mi, tengo miedo de no poder decir todo lo que he guardado adentro durante tanto tiempo... tengo miedo de volver a decirte "te quiero"... ¿cómo sé que no me volverá a doler? Confío en ti... en lo que sientes, en lo que siento yo... pero sigo teniendo miedo.


Me asusta el acostarme cantándole a tus ojos, de la misma intensa manera en la que quiero verte, que me digas que quieres verme... No sabes lo cerca que estuve de tirar el móvil contra el suelo cuando me dijiste que querías verme... "¿Qué le pasa a este?", pensé. En realidad me gustaba que me lo dijeses, pero no sabía como tomármelo... entiende... ya no sé a dónde ir... ni que hacer, ni qué decir... ahora la que tiene miedo soy yo, ahora la que está al borde del abismo, soy yo...


Pero tengo pensado saltar... voy a saltar. Cuando me lo pidas, cuando tú quieras, agarraré mi miedo, y lo tiraré al vacío... y me daré la vuelta, y detrás de mi estarás tú, sonriendo. Y beberé de tus besos con sabor a sal...


¿Me dejarás?



Son tantos los regalos de Navidad que se nos dan sin que nos demos cuenta...






P.D.: Que tú creas que me has dejado pasar, no significa que yo me haya querido ir.

viernes, diciembre 22, 2006

Otros viven ya otra vida...

2006. dic. 22




-El misterio ha desaparecido de mi vida, ya mi mente no se ve capaz de dictar a mis manos las historias que tanto me gustaban antes. Ahora todo es o blanco o negro, ya no hay gris, ya nada comienza siendo blanco para al final acabar siendo negro. Ya no hay historias que tiñan mi mente, ya no hay palabras ajenas que se paseen por mis pensamientos, vagabundas, reuniendo ideas para crear mis misterios.

>Ahora todo es demasiado claro, incluso para mi. Ya no soy capaz de confundir, de mentir para luego decir la verdad; o miento, o digo la verdad... No hay intermedio ya para mi.

>Y solo quiero saber... ¿quién se lo llevó? ¿Dónde está todo eso con lo que empecé y que ahora se ha ido?

Estaba sentado en un banco en medio del bosque. Había empezado a nevar desde hacía rato, y la nieve le creaba un manto blanco sobre los hombros, le cubría el cabello negro, que le escondía sus vacíos ojos marrones... Para todo aquel que llegase en ese momento, aquel hombre de menos de veintitrés años hablaba solo; porque de hecho así era... o al menos eso creía. No se había fijado en la figura que estaba detrás de él, la mujer que lo miraba desde detrás de los árboles. Una capa blanca le cubría totalmente el cuerpo, y apenas si se le podía distinguir el rostro entre su cabello rubio.







El hombre hundió su cara en las manos, y comenzó a llorar en silencio, desconsolado. Entonces la mujer emitió un ruido de desagrado, y él se dio la vuelta al instante, sorprendido. Pero antes de que pudiese ver si quiera los gélidos ojos azules que enmarcaban el rostro de la que había sido su espía, un frío puñal se clavó silencioso y suave a través de su estómago. sintió como si en lugar de carne, su cuerpo estuviese hecho de mantequilla. Ella también debió de sentirlo, porque se estremeció de una manera casi imperceptible, retiró el puñal, y se alejó corriendo, ágil, entre los árboles, dejando atrás a un cuerpo al que se le escapaba la vida en cada aliento.





Y poco a poco la nieve fue perdiendo toda su claridad para cambiarla por el rojo de la sangre, la sangre de un asesino, de un maltratador, de un padre, de un poeta, de un amante, de un pintor, de un escultor, de un alcohólico, la sangre de un mentiroso... la sangre de un hombre.











Imagínate reptar como una boa...

jueves, diciembre 21, 2006

Arenas...

2006. dic. 21


Hablar o no hablar, querer o no querer... ¿quién ama a quién? ¿Por qué siento que te duele cada vez que lo nombro? ¿Por qué siento que temes soltarte de la misma manera en la que ya crees que estás tan lejos como para que mis ojos no te alcancen?
Te molesta que permanezca impasible ante ti, y cuando te demuestro que puedo derretirme ante tus ojos me desprecias... ¿quién te entiende?

Luchas por parecer impasible ante todo y ante todos....

miércoles, diciembre 20, 2006

El pasado nunca muere

2006. dic. 20












Se acuerda... ¿cuántas promesas de amor ha roto? ¿Cuántas veces ha prometido amar para siempre? ¿Cuántas lágrimas ha derramado por cada promesa rota? ¿Cuántas veces se ha maldecido, se ha prometido a si misma no volver a prometer jamás? Seguramente muchas veces... ella es así. Ama demasiado y a demasiados, y la única manera que encuentra de hacer que sus amores no parezcan mentira es prometer que "te amaré siempre", que "le he olvidado", que "ahora sólo estás tú...". Le aterroriza tener que dejar de querer a alguien, tener que amarlo... odia enamorarse, porque siempre se enamora de personas que fueron sus amigos, y no quiere perder a los amigos. Pero sabe que el corazón es tramposo, y miente cuando dice que ya no más.





A veces, por las noches, recuerda una a una las promesas de amor que hizo en silencio, las que dijo, las que se calló... y todas ellas están rotas en mil pedacitos, a cada cual más pequeño, mezclados unos con otros, y trata de recomponerlos, devolver cada promesa a su legítimo dueño... pero sabe que no puede, y al final siempre acaba derramando una lágrima por cada pedacito incompleto, porque saben cómo se siente ella, porque las promesas rotas son las únicas que no guardan rencor, porque saben que ella nunca dejará de amar del todo. Al menos no mientras abra cada noche la cajita y los observe con añoranza, experimentando otra vez los sentimientos del pasado... la alegría, los nervios, la tristeza, la vergüenza... las palabras de la libreta. Recuerda los nombres, las caras, lo que más le gustaba y lo que no, lo que aprendió de cada error.





-En cierta manera,- le dicen a veces las promesas- nosotras no estamos tan rotas como tu nos ves, porque añoras el tiempo en el que nos pronunciaste, y lo que sentías entonces, y aún hoy eres capaz de sentir los nervios en tu estómago cuando cruzas una mirada que en realidad no significa nada. Sigues enamorada, de todos y cada uno, pero solo queda la estela...





Así que ella piensa que, al fin y al cabo, prometer no está tan mal... siempre que logres no olvidarte nunca de las promesas.




















... Nunca se promete demasiado.

domingo, diciembre 17, 2006

Cierra una, y abre otra. Bienvenida

2006. dic. 17


Llegó el momento... ya sabes por qué si, y por qué no. Es demasiado pronto, y tú demasiado impaciente, entiende que si es ahora harías daño a muchas personas, sin incluirte a ti, que serías la más perjudicada. ¿Aceptarías perder muchas cosas a cambio de una sola?

Entiende que tu momento llegará, que no es que la estrella te haya ignorado, es que ahora no. No es tu momento... Es como si quisieras montar el árbol de Navidad en agosto, no se puede ¿verdad? Y no por que no quieras, porque seguro que ganas no te faltarían, es porque las Navidades son en diciembre y no en agosto, ni en otro mes.

Recuerda lo que siempre te decían: "No tengas prisa por crecer, ya llegarán los dias en los que llorarás y suplicarás volver a cuando eras niña y tu única preocupación era ver los dibujos de la tarde." Además, no estás sola...en todo este transcurso me has descubierto a mi... y esta misma mañana has definido a Basilisk... que es...bueno... es bastante interesante, ¿no crees?


¡¡Claro, quién puede haber mejor que yo para nada!! ¡Y lo del intelecto ya ni se menciona...!


... ¿Estás mejor?


...Jiji, tendré que seguir tirando ropa, entonces..


¡¡Eso es!! ¡¡Lo logramos, Ele!!


No me llames Ele...



viernes, diciembre 15, 2006

Películas...

2006. dic. 15


Y allí observo, en silencio... Lo descubrí por casualidad, ni siquiera buscaba, ni siquiera sabía que existía,a pesar de que lo intuía.


Lo primero que vi fue su foto, ese rostro, esa sonrisa que tantas veces analicé, tan hermosa, tan radiante, tan feliz... tan enamorada. Y poco a poco fui cerrando los ojos, me encapriché contigo, y no quería dejarte ir, me daba miedo creer que amases a alguien que no fuese yo. Me comporté como una persona sucia, mezquina y deshonesta. Fui una humana más.

Pero poco a poco, me di cuenta de que eso duraría para siempre, que, una vez más, por mucho que yo tratase de atarte a mi lado, tu mente siempre estaría volando libre hacia otras costas, que besarías mis labios sin besarme a mi, que mirarías mis ojos sin ver los mios propios, sin verme a mi... Me di cuenta de que yo no debía dejarte ir, porque tú nunca habías estado.

Porque, amor, la distancia engaña y juega malas pasadas, y simpre el anhelo y el deseo por estar con la otra persona, lo proyectamos en alguien más cercano, y no necesariamente la mejor persona.


"Cuando llega el amor no correspondido, la almohada se queda sola, en la habitación, esperando a otro cuerpo para poder cobijar los sueños."
-Imanol-

jueves, diciembre 14, 2006

Dream a little dream of me

2006.dic. 14



No por ella, por lo que ella pudiera sentir. No le importaba gran cosa
lo que ella pudiera sentir, mientras lo disimulara.
-"Las Armas Secretas" Julio Cortázar-



Entramos en la tienda. Ella y yo. Allí nos encontramos con una mujer de enormes pechos, resaltados por un traje de cintura estrecha y un enorme escote. El vestido era sencillo y provocativo a la vez, y caían sobre sus hombros desnudos mechones de pelo rizado y gastado por el tinte rubio que los vestía.. La mujer, con una sonrisa amable en el rostro, nos intentó vender unas telas, pero nosotras salimos por la puerta de atrás de la tienda. El sol brillaba en la calle, cegador, y me impedía ver con claridad el color de la ropa, distinguir cómo eran las paredes que se levantaban a mi alrededor.


Después de salir del local, recorrimos uno o dos metros, hasta girar en una esquina, y allí estabas tú, sobre ella, jadeando desesperado, moviéndote incesante hacia delante y hacia atrás. Pero no sentías nada, te movías deprisa buscando hallar una satisfacción que no llegaba. Yo te miraba, con una sonrisa paciente en el rostro. Te había visto hacer eso muchas veces... no había amor en el acto, sólo un anhelo egoísta e inalcanzable. Estábamos, ella y yo y ella y tú, sobre una gran plataforma, y en el borde de ésta había un hombre, que os miraba entretenido, como si hubiese pagado por ver el desvarío intento de un loco por volverse cuerdo. Cuando se dio cuenta de que estábamos allí, me miró, condescendiente, y emitió un suave silbido, para hacerte saber que habíamos llegado, y tú levantaste la vista, y en tus ojos había un reflejo de concentrado y decepción, mezclado con un montón de motitas de color marrón más. Me viste, y cuando te diste cuenta de quién era yo, cuando reconociste mi cara, mis ojos, te incorporaste lo más rápido de lo que fuiste capaz, y te terminaste de vestir a la misma velocidad. No te daba vergüenza estar así, pero no te gustaba que yo te viese de esa manera, como a un tigre enjaulado, desesperado por salir y vengarte de quien te había pinchado mientras se reía de ti, de tu impotencia.


Cuando habías terminado de vestirte, te sentaste en el suelo, con las piernas cruzadas y yo me acosté en el suelo, con la cabeza apoyada en tus rodillas. Apoyaste tu mano en mi cabeza y me mirabas a los ojos, mientras pensabas en qué pasaría si me besabas ahora, en la curiosidad que sentías por saberlo. Y yo oía tus pensamientos, tan claros como si me los estuvieses diciendo en voz alta, y me sorprendió porque sabía que tú no querías que yo supiese eso... y mientras lo pensabas, y me mirabas, me analizabas la mirada, mis ojos, tu sonrisa se iba ensanchando poco a poco, y tus ojos brillaban alegres. Como siempre, tu sonrisa me contagió, y yo tampoco pude evitar sonreír, mientras te decía:



-He comido galletas. Si me besas ahora, sabré a galletas.

lunes, diciembre 11, 2006

El reino de las sombras

2006. dic. 11

Se pasean por la ciudad, son los dueños de la noche, de los sueños de las personas que duermen tranquilos, pensando que todo el mundo se ha parado sólo para que ellos puedan descansar de su estres, de sus mentiras, para vovelver a ser niños...

Son rostros sin nombre, y nombres sin rostro, van modificando las cosas a su antojo, creando paraísos donde sólo hay desastre, buscando abrazos donde hay censura, abriendo manos de muñones. Bailan valses con el viento, cantan con el llanto de los grillos, y vuelan con las libélulas que, curiosas, se han levantado para contemplar toda la magia que despierta al anochecer.

Son sombras que te buscan la mano para contemplar un anillo, que te llaman para bailar, que te cantan sin temer. Son sombras que no quieren ser gente, sombras que una vez tuvieron un hogar, pero que amaban demasiado la noche para seguir siendo diurnos... Y eso enamoró a las libélulas, la libertad que emanaba de cada movimiento de esas sombras, cómo se deslizaban por la ciudad, gritando con todo el aire de sus pulmones, sin despertar a los demás...


Lamentándose en silencio de ser una especie en extinción, y sintiéndose orgullosos de ser los últimos. Sentían curiosidad por ellas, las libélulas, un animal que vive en la luz, ¿cómo era capaz de adentrarse en la sombra sólo para ver a la estela de lo que antes había sido una especie hermosa y llamativa? Y ofrecieron a la libélula adentrarse con ellos para siempre en la noche... pero ella rechazó, temía la oscuridad desde hace demasiado...


Y las sombras se alejaron, llevándose con ellas su último rastro de magia y maravilla. Y la libélula acabó lamentándose; y por eso busca, insesante, rápida, en cada rincón, buscando las sombras que le ofrecieron unirse a su reino de sombras... pero no las encuentra...



Porque no se atreve a buscar de noche.

domingo, diciembre 10, 2006

El vuelo de la libélula

2006. dic. 10


No puedo más, siento que voy a estallar... quiero llorar de la rabia, la impotencia. Quiero agitar con fuerza la cabeza, y que te evapores de mis pensamientos, ya no me gusta pensar en ti, ya no me siento feliz, ni cómoda, ni alegre... sólo siento una bola negra en el pecho pujando por salir, por llamarte de todo lo que se me ocurra, menos bonito. Pero no puedo, me retienen tus ojos, tu forma de ser. Eso es lo único que te ha salvado de mi, de mi dolor, me mantengo a ralla porque ellos me lo piden, porque saben que han hecho más daño del que realmente pretendían hacer. Y yo los compadezco; por una vez, me aparto para dejar pasar a tu remordimiento.


Y es tu maldita autocompasión la que me revuelve los pensamientos, y hace que quiera olvidar todo de ti menos tus ojos... ¿cómo me han podido enganchar tanto, de esa manera tan... inexplicable? Desearía poder arrancarme la bola negra del pecho y dejar todo como estaba antes de que a mi se me ocurriese hacer nada, decir nada, a veces cierro los ojos, y siento, sé que es para no abrirlos más, porque no me gusta la realidad que viví, las consecuencias de mi "gran guerra". Pero me obligo a abrirlos de nuevo, a mirar al frente, a seguir amando a lo que sea que deba amar, me obligo a darle mi voto de fe a la estrella, al fin y al cabo, aún quedan tres meses, y en menos tiempo han ocurrido cosas más imposibles que esa... Y lo único que me quedaba para poder escapar era escribir, transformar en palabras mi malestar, mi repulsión inexplicable... te quiero tanto y a la vez te quiero...tan lejos.


Quiero difuminar todo tus recuerdos, todas las palabras que hicieron que me recorriese todo un escalofrío desde los pies hasta la nuca. Quiero olvidarte todo tú, de la misma manera en la que un dia traté de grabarte a fuego en mi memoria. Quiero que dejes de existir para mi... todo, menos tus ojos...









He vuelto.

sábado, diciembre 02, 2006

Cese de Temporada

2006, dic, 2





Había visto cómo se acercaba, tras días de espera, hacia la tienda. Estaba realmente emocionada. La había visto una vez, hace no más de una semana, al pasar con su madre por delante de la tienda de antigüedades. Se había parado un instante, y había mirado al interiror de la tienda a través del escaparate, y fue entonces cuando la vio... y supo qué era lo que iba a pedir a Papá Noël por Navidad... Su madre empujó de ella y siguieron su camino, estaba empezando a nevar otra vez, y el frío congelaba las manos cubiertas por los guantes de lana. Cuando la niña llegó a su casa estaba muy silenciosa... pensaba en si realmente se habría portado lo suficientemente bien como para merecerse que Papá Noël le regalase algo... al final decidió que si, y se dispuso a escribir la carta.



Querido Papá Noël: -escribió.

Este año me e portado muy vien y e hecho caso a mi mamá en todo lo que me dijo que iciera. Tamvién e sido una niña buena en el cole con los de mas niños de mi clase... ¿sabes que la proffe me dijo que hera una niña muy lista y travajadora? Aunque dijo que tengo que travajar mis fáltas de Ortografía... y le estoy aciendo caso, todos los dias escribo y leo muco, como me dijo, para escrivir vien, como una niña grande.

Como sabrás te estoi escriviendo esta carta por que faltan pocos dias para que sea navidad, ¡¡tengo muchas ganas!! Mi mamá hace una comida muy buena ese dia, y yo siempre como mucho. Si quieres le puedo decir a mi papá que si deja que mi mamá te guarde un poco para que lo pruebes...Vueno, te queria pedir que si me podías traer una muñeca de proselana, que tiene un gorro rojo muy vonito y un bestido también rojo, con un chaleco verde fuerte. Tamvién tiene los ojos azules, como yo, y tiene el pelo negro... es muy vonita, y me gustó mucho. Esta en una tienda del pueblo, es una tienda de antiwedades.


Le diré al hombre de la tienda que la guarde para ti, ¿bale? Muchas grasias, y felis navidad.




¡¡Por cierto, saluda a la señora Noël de mi parte!!



Sally



Tan pronto como pudo salir de su casa otra vez, para ir a hacer los recados a los que la mandaba su madre, pasó por el buzón, y allí dejó la carta que había escrito con tanto esmero. Estaba muy orgullosa de si misma porque era la primera vez que escribía una carta ella sola, sin decírselo a nadie. Ya era una niña mayor.

Todos los dias, a la vuelta del colegio, pasaba por delante de la tienda de antigüedades, y posaba sus ojos azules sobre el escaparate, y después buscaba ansiosa la muñeca, y siempre la encontraba. Era preciosa, tan pálida, con los mofletes sonrosados, y su boca ligeramente teñida conun tono rosa pálido. Pero lo que más le gustaba era su vestido, tan elegante, que parecía una princesa. Más de una vez pensó en entrar, pero nunca se atrevía.


Las vacaciones de navidad se acercaban, y Sally sabía que, después de que comenzasen las vacaciones, ya no podría pasar por la tienda sola hasta que volviese a comenzar al escuela, y aún no le había pedido al dependiente que se la guardase para que Papá Noël se la fuese a buscar. Entonces decidió que ese mismo día, después de salir de la escuela, iría a la tienda, y le pediría al dependiente que la guardase para ella.







Eran las doce y media, oyó a lo lejos el timbre de la escuela del pueblo, e , inmediatamente después, los gritos de júbilo de los niños al saber que no tendrían que volver a la escuela hasta después de año nuevo. Desde la penumbra de la tienda, y semioculto entre las cajas, asomó su cabeza para tratar de ver fuera de la tienda. Sí, allí estaba, como todos los días, se dirijía hacia el escaparate, miraría dentro un rato, se ajustaría el chal de punto gastado y, casi como si le costase, daría la vuelta y se iría a su casa. Se preguntaba cuándo entraría en la tienda, e inmediatamente su pregunta quedó respondida. Sonó la campanilla de la puerta, para anunciar que había entrado un cliente, y una ráfaga de viento helado la acompañó. Por un momento el bullicio que se oía en las calles cubiertas de nieve se hizo más fuerte, y luego volvió a callar, como si hubiesen bajado el volumen. Y el silencio volvió a cubrir las paredes de la tienda. La niña apenas se movía, y, tras un instante de duda, llamó:

-Ho...¿hola?


-Buenas tardes, jovencita- saludó él.



-Buenas tardes, señor... yo...eh...Me llamo Sally, señor y vengo ah...


-Buenas tardes, jovencita, yo me llamo Dídac, y soy el dueño de la tienda. Dime, ¿en qué puedo ayudarte?- la cortó él. Pretendía ser amable, y que la niña perdiese el miedo,o la vergüenza, o lo que sea que le impidiese hablar con normalidad...

Observó como se quedó un instante en silencio, buscando algo en la tienda, y luego su mirada se posó sobre una vieja muñeca de porcelana, que estaba toda rota. Sin embargo, al verla, su mirada se iluminó, y supo enseguida a qué venía.


-¿Te gusta esa muñeca?- preguntó.


La niña asintió en silencio, sin poder apartar la mirada de la muñeca; estaba como absorta, pareciese que veía más allá incluso de la propia muñeca, y Dídac se preguntó sis ería buena idea dejarla ahí, mirandola.


-Es muy bonita, ¿verdad? Y eso que ahora está rota... pero cuando la compré estaba completamente nueva. Se la compré a una familia de burgueses que querían desacerse de ella. Había sido la muñeca favorita de su hija, pero esta había muerto de tuberculosis el invierno pasado, y, tras mucho llorar, habían decidido que lo mejor era vender todo lo que había pertenecido a la niña. Casi me la regalaron...


La niña había centrado otra vez la mirada en la muñeca, o al menos eso pensó durante una fracción de segundo, hasta que la niña dijo:


-¿Y qué pasa con esa niña de ahí?


A Dídac se le erizó el pelo de la nuca. Sabía a lo que se refería, pero aún asi, contestó desprecupado:

-¿Esa de la foto? Ah, no es más que una modelo...


La niña calló, sin atreverse a replicar, pero siguió mirando cinco centímetros por encima del sombrero de la muñeca. Estaba muy seria, como si estuviese prestando toda su atención a algo que le estuviesen diciendo.
De repente sintió unas ganas irrefrenables de desacerse él también de la muñeca... y de la niña, de Sally. Su corazón se aceleró y trató de echarla de allí.


-¿La quieres?

-Sí- contestó.

-¿Cuánto me vas a pagar? Porque no pretenderás que te la regale...


-Sí lo hará- replicó- va a cerrar la tienda mañana, y quiere desacerse de la muñeca cuanto antes, por eso la sacó de la caja y la puso a la vista de todo aquel que pasase, para que la comprasen...


Y entonces se sintió muy débil, y viejo, como si tuviese el doble de su edad actual, y sobre su espalda hubiesen cargado todas las cajas que había en su almacén... Y se sintió solo, y recordó a su esposa, y a su hija, Julia... las echaba tanto de menos. Pensó que echando a la niña de al tienda se sentiría mejor, y eso hizo. Sally agachó la cabeza, y salió sin decir una palabra.

Dídac la observó irse calle abajo, aún apesadumbrada, y detrás de ella iba dejando sus huellas en la nieve. Cuando Sally se perdió en la niebla, Dídac colgó el cartel de "Cerrado", y se dió la vuelta para salir.

Y fue entonces, cuando ya echaba las rejas delante del escaparate de la tienda, cuando se dio cuenta de que la muñeca no seguía allí... Suspiró. Tendría que recuperarla en la siguiente Navidad.







P.D.: Por causas que aún no sé si decir ajenas o no a mi voluntad, voy a dejar de publicar durante un tiempo, no sé si largo o corto... Puede que me lo piense mejor y ay mañana publique, o puede que me esté meses sin publicar nada. Gracias a todos por leerme y comentar.

P.D.2: Feliz Navidad y Año Nuevo ^^ (por si acaso :P)






viernes, diciembre 01, 2006

"CRASH"




-¿Qué ha sido eso?


-No lo sé...



-¿Ves como tenía razón?



-..Oh, cállate



















¿Quieres saber cómo me siento? Vete con traje de chaqueta
a una playa nudista...





















jueves, noviembre 30, 2006

Pintura

2006. nov. 30




-... Algún día me voy a ir a Francia...



-¿Quieres dejar de ser pesada?



- A París...



-¿Por qué nunca me escuchas? Intenta no implicarte tanto, trata de que te dé un poco igual...



-Y me iría a pasear... sólo pasearía...



-Puedes perder mucho si sigues asi...



-Y en uno de esos paseos interminables, me encontraría con un francés... un pintor...



-...


-...Que tendrá las manos manchadas de azul cielo y blanco, y me llamará bonita... y compartiríamos una historia de amor en una noche...




-No te das cuenta de que te estás haciendo daño, no haces más que perguntar qué haces mal... Y no quieres ver que tú misma te respondes, te responden a todas horas, te ponen señales que vería hasta un ciego, pero tú te empeñas en ignorar lo evidente. Te crees muy mayor, pero no eres más que una mocosa.



-...Luego yo me iría, y no recordaría su cara, ni su nombre... sólo sus manos manchadas de pintura azul cielo y blanco...



-Me tienes harta... siéntate a comer y espera a que vengan a extirparte el cerebro, anda.



miércoles, noviembre 29, 2006

Entre besos y bufandas...

2006. nov. 29


Debajo de la cama, encima de la mesa, en la gabeta de las llaves, en mi balcón, detrás de la puerta, entre tus cartas, en el espejo, en la lluvia, en tus miedos... No los encontré.


En tus canciones, en tus poemas, en mis miedos, en mis paranoias sin sentido, en tu compleja simpleza, en las dudas que me machacan la cabeza día tras día, en la esquina, detrás de esa pared, en el parque, en las nubes, en el partido, en tus miradas, en las mias, bajo la ventana... Casi los vi.


Busqué en todos lados sin ningún resultado, miré en todos los lugares que se me ocurrían, y lo hacía deprisa, no quería que se me escapasen... en alguna ocasión vi la sombra de uno... lo intenté robar, pero fue más rápido que yo.


Y cuando me sentía vencida, cuando empezaba a pensar que nunca encontraría ninguno, me di cuenta de que allí, en el horizonte, había uno para mí, y solo para mi, que me esperaba y se acercaba poco a poco, lentamente. Y comienzan las mariposas en el estómago, las sonrisas y las lágrimas juegan a su antojo con mi rostro: ya no sé si reir o llorar, si amar u olvidar. ¿Qué es lo más fácil? ...








- ¿Qué sucede?


-...


-Ya lo sé, pero no es para ponerse asi...


-...


-¿En serio es eso lo que piensas...?


-...



-... ¿Y ahora?



-...




- snif...






















[Porque tu bufanda me prefiere a mi. ]

martes, noviembre 28, 2006

Habla, y despierta

2006. nov. 28


Dime qué hago, cómo respiro, cómo miento, cómo te espero estando a tu lado, sintiendo que no sientes nada cuando me tienes cerca, y que me añoras cuando estoy lejos...

Dime si realmente vale la pena esperarte, tengo miedo de perderte, pero temo más aún el no haberte tenido nunca. Siento como si sólo yo sintiese que entre los dos hay algo extraño, algo que no termina de cuajar, y no porque necesariamente no tenga que estar ahi. Dime, si realmente quieres que te espere, cómo hago para comportarme, para reprimir todo eso que siento mientras estás a mi lado, y liberarlo cuando estás tan lejos de mi.


Porque te echo de menos cuando estás lejos, y me matas cuando te sientas a mi lado. Porque me miras con esos ojos que me tienen hechizada, y aún no he descubierto si me miran con amor o con lástima. Porque soy incapaz de dormir tres horas seguidas sin que te cueles en mis sueños... y siempre te veo cerca, tan cerca, que creo que es verdad, y cuando el cruel angel del sueño se aleja de mi, me hallo otra vez acostada en mi cama medio vacía, en mitad de una noche llena de sombras invisibles que me aprisionan...

















Porque ya no sé si quieres que te diga "te amo".

domingo, noviembre 26, 2006

Atrévete

2006. nov. 26



Despierta, abre los ojos... Levántate, y avanza. Vete lejos, muy lejos, abandona todo lo seguro, todo lo que para ti ha significado algo alguna vez, todo lo que has conocido, todo lo que has amado, y querido: abandónalo, déjalo atras, y avanza solo, sin nada...


Vete al lugar más alto que encuentres, el más alto, y el más lejano. Sube hasta la cima, y cuando ya estés arriba, dirígete al borde y mira hacia abajo, siente cómo las piedras se deslizan bajo tus pies. Respira hondo, siente el vértigo, el gancho que empuja de ti hacia abajo, irresistible, misterioso...


Saborea el momento, anhela el dejarte llevar, el saber a qué sabrán los labios de la suerte. Y cuando sientas que ya no puedes más, que vas a tirarte, date la vuelta, y vuelve, y ama de nuevo, recupera todo lo que por unos momentos te habían creído perdido...











Y cuando sientas que ya no puedes más... regresa, y olvida.

sábado, noviembre 25, 2006

¿Parte de la Verdad?

2006. nov. 25


Míralos, miraos... tan débiles, predecibles e indefensos. Son patéticos, ¿no crees? Observa cómo se van moviendo entre ellos, relacionándose, tratando de demostrarse los unos a los otros, e incluso a ellos mismos lo bien que se pueden mentir. Su existencia está basada en la mentira, la hipocresía y la falsedad.


Dan incluso pena... aunque más bien me inspiran asco, asco de como se miran a los ojos los unos a los otros y se dicen que se quieren, cómo se sonríen, como mienten cuando dicen que está bien y por dentro se doblan del dolor de su alma... Pero claro, ellos nunca ven eso. No son capaces de ver más allá de sus feas narices. Su filosofá más básica se basa en el YO, YO , YO, y más YO, y a partir de ahí van creando cosas aún más simples, teniendo pensamientos y actitudes aun más infantiles de las que podría tener un bebé de once meses.


Y siguen fingiendo ser felices en su ignorancia, en su simpleza. Se esfuerzan por crear una vida para ellos mismos en la que fingen que todo lo que hacen y todo lo que dicen es verdad, que la mentira y la hipocresía no baña sus vidas con el manto pútrido de la falsedad...



-Pero vos sois en parte humana... ¿no, mi señora?


-Presisamente porque hay humanos que ven más allá de sus narices te estoy contando esto.

viernes, noviembre 24, 2006

Mentiras

2006. nov. 24


Te quiero.


Te he echado de menos, seguro que tú también...


Claro


Te admiro.


Eres un misterio para mi.



Me gusta como hablas.



No me importa que te hayas enamorado de ella.


Me gustaría quedar algún día, sería divertido.


No me interesa hablar contigo.


Claro que no me importa, ¿por qué habría de importarme?


Te quiero, amor...


Ojalá pudieses oírme.


Si algún día lees esto, yo me muero.



No quiero que tengas prisa.


Me cae bien, espero haberle gustado yo también...


No los tengo aquí, por eso no te los dejo...


Lo siento, esta tarde no puedo, tengo que salir...



Claro que no me importa que no me hayas avisado, mira tú, me voy a morir por no ir...


¡Lo siento, se me olvidó por completo que me odiabas!









¿Y por qué mentiras?


Porque no son verdad.

Fotos de Otoño

2006. nov. 24


Vaya, hola. ¿Qué tal estás?


Sí... me alegro de haberte visto, a ver si coincidimos, ¿eh?


... Jajajaja, sí, es verdad.


Bueno, pues lo dicho, que me alegro de haberte visto. Venga, un beso. Adiós.




Cuántas cosas pueden pasar en tan sólo una estación, y lo poco que pueden cambiar las canciones. Es curioso lo mucho que te puedes llegar a enamorar de las letras y de la voz de un cantante, tan ajeno a ti, y a la vez, tan cercano.


Puede transportarte a mundos que no habías visto nunca, te hace sentir cosas que hace tiempo creías que ya tenías olvidadas. Son capaces de transformar el significado de la palabra más desagradable, en el susurro más dulce. Los llamas cuando los necesitas, los abandonas cuando eres feliz, y aún así siempre vuelven, los mismos recuerdos no vividos.


Recuerdo que un día le confesé a una amiga que estaba enamorada de la voz de un cantante. Me miró como si estuviese loca, como si no pensase con claridad, y yo sólo me limité a sonreirle y a reafirmarme en mi postura: Me había enamorado de la voz de un cantante, y me hacía volar, gritar, pensar, llorar, amar, olvidar sin abandonar... Y eliminaba el rastro del llanto en mi voz cuando hablo.


Escuchando la voz de mi cantante descubrí cuán clara podía llegar a sonar mi voz cuando hablo y lloro a la vez, y lo divertido que es morderle a la vida donde ésta menos se lo espera.


Pasaría las noches en vela escuchando sus canciones, imaginándome a su voz sentada a los pies de mi cama, cantándole al aire, diciéndome con cada estrofa que tengo que escribir para mí... "Olvídate de los demás", me dice, "olvídate de mí. Abandóname para poder regresar algún día. Abandónanos a todos y descubre lo sola que estás y lo poco que te importa descubrirlo. Abandónanos y sé tú, sé libre."







Sácale fotos al otoño, amor...
Mira al mundo con ojos de cristal y lágrimas de piedra, siempre.

jueves, noviembre 23, 2006

Conflictos

2006. nov. 23


- ¡¡Aaaaaaaaaaarg!! ¡No puedes quedarte ahí encerrada toda la vida!

-Sí qué puedo, y lo haré... ¡vaya que si! ¡Esta vez no quiero salir!


-¡¡No puedes quedarte ahi para siempre Jenny, y menos por algo de lo que ni siquiera estás segura!! No es justo que lo juzgues sin saber, y mucho menos culparlo de tus paranoias.


-¡Estoy segura de lo que he visto!, y lo culparé de lo que a mi me de la gana...


-¡¿Pero por qué tienes que ser siempre tan fatalista y tan deprimente?! ¡¡Por una vez, sólo por una, hazme caso y mándalo a tomar viento fresco, y sonríe de una vez!!... Deja de llorar, Jenny.... por favor.


-¿Es que acaso a tí no te duele?¿Sólo siente una parte de mi ser? ¿Qué pasa contigo? ¿Somos una, o no?



-¡Claro que somos una! Y a mi también me duele, pero aprecio demasiado mi corazón como para dejar que se rompa por caprichos, o vete tu a saber qué... Eres tú la que tiene el corazón demasiado grande, y yo me encargo de protegértelo.... y créeme, no es fácil hacerlo cuando corres desnuda por el campo de batalla...


-Jejeje... lo sé, soy una inconsciente, ¿verdad?


-Claro, por eso estoy yo aqui...


-...



-...



-...Libelle...


-¿Sí?



-Gracias.

miércoles, noviembre 22, 2006

En tierra de Nadie visitada por Todos

2006. nov. 22


Me acerqué por detrás, sigilosa... me detuve un momento y te observé. Estabas extraño. aporreando una puerta que estaba abierta.

- ¿Qué haces?- pregunté.

-Quiero entrar- respondiste, distraído en tu tarea.


Ladeé la cabeza y te sonreí...


-¿Pero es que no ves que ya está abierta?

-¿¡Qué!?- te paraste de repente, verdaderamente asombrado de oírme decir aquello. La duda y la confusión se veían reflejados en tus ojos; trastabillaste, y te caíste hacia atrás. Me acerqué a tí y te tendí la mano para ayudarte a levantar.


-¿Qué haces aquí?- inquiriste.

-¿Aquí? ¿Yo?- reí, y mirando a mi alrededor te señalé la oscuridad que se cernía sobre nosotros, y la extraña luz que emanaba tanto de la puerta como de nosotros dos. -Esto es mío, aquí habito yo... La pregunta es, ¿Cómo has hecho tú para llegar hasta aquí, y además abrir la puerta? Y todo eso ciego.



No parabas de mirarme, parecías un niño pequeño al que le acaban de decir que Papá Noël no existe. Parecías tan perdido y titubeante. No hacías más que preguntarme qué debías hacer, como si yo tuviese la respuesta a todas tus preguntas. Y yo no podía parar de sonreirte y de mirarte a los ojos... eran tan claros, tan expresivos, y sin embargo lograste engañarme... ay.



Comencé a dirigir la conversación hacia otros temas más triviales, para tratar de menguar tu aturdimiento. Y a medida que hablábamos tu mirada se dirigía furtiva hacia la puerta, tratando de explicar en silencio por qué sentías esa atracción tan grande, por qué por cada poro de tu piel emamnaba el deseo irrefrenable de cruzarla.

Yo te veía, y sabía qué era lo que te pasaba. En ocasiones me preguntabas por qué, y yo sólo te sabía responder una cosa, y tu frustración aumentaba. Había momentos en los que dabas uno o dos pasos titubeantes hacia la puerta, pero enseguida retrocedías, temeroso. Por una milésima de segundo me recordaste a mí, perdida en tierra de nadie, y llena de dudas, pero luego comprendí, que yo sí me había arriesgado: yo había cruzado la puerta al segundo intento, el deseo fue demasiado para mi...


Entrar o no entrar, esa era la cuestión.



Lo que sucede... es que creía que sabía lo que ibas a hacer; creía que ibas a cruzar el umbral de la puerta, y que te quedarías ahí, como me quedé yo, observándolo todo, asombrada de lo luminoso que parecía todo desde dentro...








...Me había olvidado de Béquer.

martes, noviembre 21, 2006

Así empezó todo...

2006. nov. 21(la fecha está bien)


Dime cómo lo has hecho, quiero saberlo. No voy a luchar, a gritar, a llorar, no pienso siquiera oponer resistencia... Sólo quiero saber...

Cómo has hecho para que suspire a cada segundo tu ausencia, para que grite tu voz en cada esquina. Dime cómo has hecho para robarme el corazón, el alma, mi sueño... Ya no quiero dormir por miedo a que cuando despierte tu recuerdo ya no esté, y que se haya borrado la huella de tu mirada en mis ojos.


Quiero saber cómo has hecho para que no quiera pensar en nadie más que en ti, que cuente los segundos que faltan para verte. Dime qué has hecho para sublevar mi voluntad sin batalla.

lunes, noviembre 20, 2006

Síntomas de enfermedades incurables

2006. nov. 20


-Diga "ah".

-"Aaaaaaaaaaaaaaaaaaah"

-Jmmm... muy bien, es justo lo que creía.

-¿Lo que creía?, ¿A qué se refiere, doctor?


-Tranquila, joven no se alarme... recordemos... sus síntomas, si mal no recuerdo eran: taquicardia irregular...

-Si..


-Nerviosismo por causas "desconocidas"...


-Ajá...


-Y con ello la imposibilidad de comer...

-Eso es... ¿Qué tengo, doctor?


-Verá, señorita, usted tiene un cuadro agudo de enamoramiento incontrolado...


-¿De enamoraqué?


-En otras palabras, está usted enamorada, y si remedio...


- ¿Y qué voy a hacer ahora? ¡Nunca me había pasado nada parecido!


-No se alarme, no se alarme, esto es fácil de llevar. Actualmente es una enfermedad muy común, y no es necesaria cura alguna, más que el tiempo, si es que usted llega a desear cura. La mayor parte de las perosnas disfrutan de esta enfermedad, y llegan incluso a desearla...


-Y si la desean... ¿Por qué es una enfermedad?


- Porque se llora, y se sufre, y hay veces que sólo ama una persona, y no dos. Por cada sonrisa que vista su cara de aquí en adelante, señorita, tenga por seguro que verterá tres lágrimas por ella... Pero nadie le dice si es de dolor... o de alegría.













Y esto, señoras y señores, es una representación mía, para mi.
Se cierra el telón.

domingo, noviembre 19, 2006

El hundimiento

2006. nov. 19


Miedo...

Observo el reflejo y veo miedo... duda. En mis manos se aprecia el terror de lo que se puede llegar a hacer...


Tengo miedo de caer, de equivocarme, de llorar, de pedir perdón, de perder... otra vez.
Miedo, al fin y al cabo, de vivir, de sentir, de amar, de soñar, de ser quien soy.

Sigo buscando a esa persona que me abrace por detrás y me diga que todo va a ir bien, que nunca me pasará nada. Quiero sentir esos brazos de roble aprisionándome, haciéndome sentir segura, como un bebé indefenso en los brazos de su padre.
Quiero ver a ese indio que ha de protegerme, grande fuerte y valiente, que me quiera mucho, y que me obligue a dejar de tener miedo...





Porque tener cuatro años tiene sus consecuencias... y amar sin querer también.

sábado, noviembre 18, 2006

Y tengo tengo tengo tengo....tu no tienes nada

2006. nov. 18




Hoy...

Hoy me voy a volver loca.


Hoy llamarán a un psiquiátrico y me tendrán que encerrar sedada y con una camisa de fuerza.


Hoy vendrá el celador, y me traerá la comida, y yo le escupiré a la cara.



Hoy me reiré en la cara de todos esos psicópatas que están encerrados conmigo por poner esa cara de paletos.



Hoy pediré que me traigan un lápiz... y pintaré las paredes de la celda con rallones.



Hoy volveré a tener cuatro años



Hoy volveré a dejar de pensar



Hoy seré otra vez tonta e inocente....



Hoy volveré a mirar al sol buscando a Dios...








¿Y mañana?...





Ya veré.

viernes, noviembre 17, 2006

Nada

2006. nov. 17


¿Cómo es posible?



Aún no me lo explico, pero la verdad es que es así, para bien o para mal, te guste o no, es así.



¿Que por qué no trato de cambiarlo?


Pues porque hace ya tiempo que dejó de estar en mis manos la decisión de cambiar, ahora tú tienes todo el control.




Claro, yo también tengo la culpa, yo fui la que, aun sabiendo lo que pasaría, lo que podría pasar, no hizo nada por evitarlo...




Y eso era lo que te corroía las entrañas, el saber que me tenías en tus manos contra tu voluntad, que quisieses o no quisieses, siempre iba a ser así.

Sabías lo que estabas haciendo desde el principio...puede que de un modo inconsciente, pero lo sabías, y jugaste cone sa ventaja, nunca la dejaste pasar, y nunca dejarás pasar una oportunidad como esa, ¿dejar pasar delante de ti la oportunidad de hacer llorar a alguien de felicidad, y reír de desesperación? Jamás, rotunadamente no.


Así me esclavizaste. Ya lo habías hecho antes, pero yo salí mal, las otras aceptaban abandonarte contra su voluntad, porque era lo que tú querías...

Yo sin embargo me negué en rotundo: nunca nadie me había hecho sentir esas cosas, y no iba a dejar de sentirlas solo porque tú te hubieses aburrido, sólo porque te hubieses aburrido de ser encantador conmigo.

Realmente, no me importaba, te hubiese repudiado antes si me hubieses tratado como alguien única y especial, si me hubieses dicho que sólo pensabas en mi... habrías perdido tu encanto...




Al fin y al cabo... sólo eres tú... nada más.











[La verdad es que no creo que me importe casarme contigo...]

¿Un buen día?

2006. nov. 17



Competir, competir, competir...


Dibujo sueños en el aire, bebo nubes de colores


Beso amantes sin labios


Corro descalza sobre un millón de cristales


Me hundo en el hoyo más profundo


Te abrazo hasta que me duelen los brazos...


Pero no te suelto, no puedo y no quiero...


Porque parece que lo sabes todo, y nunca sabes nada


Estás siempre presente, pero nunca te dejas ver... Te escondes entre las sombras y me observas desde un rincón sin verme.


Juegas conmigo y sólo quieres pasar el rato...


No ves más allá de tí, o tal vez yo no veo a nadie más que a tí.


Tatuando letras en el ordenador


Aporreando el teclado con garrotes de cristal...


Besando labios con lengua de alfileres...






Sintiéndome sádica por momentos...



Aprendiendo a no ser la única.


Sabiendo cómo no ser la única siendo exclusiva.



Llorando pétalos de lágrimas.











Cómo odio a esa mocosa

miércoles, noviembre 15, 2006

Por verte

2006. nov. 15


Llovía...

Estaba lloviendo como nunca había visto llover en toda su vida. Las gotas de agua parecían balines que se estrellaban furiosos contra el suelo y contra cualquiera que pasase por alli sin paraguas.

Él lo observaba todo desde la ventana abierta, sintiendo cómo el agua entraba dentro y le mojaba la cara. En una ocasión sacó la cabeza por la ventana y dejó que la lluvia se lo empapase por completo... y se acordó de ella, de la última noche que había pasado abrazado a ella.


La echaba tantísimo de menos, pero no paraba de recordarse que ella no era más que un obstáculo, una piedra molesta en su plan. Ellos tenían razón, cuando estaba con ella no era capaz de hacer nada, su voluntad se anulaba y pasaba a ser la de ella, y dejaba de ser él, de ser libre...


Sacudió la cabeza para deshacerse de su recuerdo como de un insecto molesto, y mojó todo el suelo. Cerró la ventana, y se puso a leer...




Imposible.



Su mente era ahora de ella, y solo de ella, no había sitio para nada ni para nadie más. Pensando que alejándola de él conseguiría olvidarla, no había hecho más que afianzar su recuerdo en su memoria.


Pensó en lo que le había dicho para que ella se alejase de él...


-Anulas mi personalidad... y yo quiero ser libre, y contigo en mi vida no puedo. No te quiero.-había dicho...


Se acordaba de su cara, de la expresión de su rostro cuando por su boca salieron esos puñales afilados. El dolor y la tristeza de sus ojos, la desesperación de su boca, las ansias de sus manos por trepar por su espalda, ahora vetada a ella. La recordaba con tanta claridad que le hacía daño...


Ding dong!


Había pensado muchas veces en buscarla y en pedirle perdón, en decirle lo idiota que había sido por creer que sin ella estaría mejor...



Ding dong! Ding dong!


Pero no sabía dónde estaba ahora, no sabía a dónde se había ido... Ni siquiera aceptó su teléfono cuando ella le propuso continuar siendo amigos.



Ding dong! Ding Dong! Ding dong!



Tal vez había encontrado a alguien que sí pudiese ofrecerle todo su voluntad...


Llamaron a la puerta, esta vez con más insistencia, y se levantó con un suspiro exasperado para abrir. Nunca se había imaginado lo que iba a encontrarse al otro lado...



-A...autonomía: Liberarse, zafarse de las limitaciones, escaparse de las restricciones. Resistir a la coersión y la limitación. Evitar o dejar las actividades ordenadas por las autoridades dominantes. Ser independiente o libre respecto a actuar según un impulso... No comprometerse, ser irresponsable. No respetar las costumbres.




Silencio... Ninguno habló durante largo rato. Ella tenía la cabeza gacha, aún sin creerse lo que acababa de hacer. Estaba empapada, los cabellos mojados le caían lacios por la cara, y sus manos temblaban de un modo casi incontrolado, pero hubiese dado su mano derecha a que no temblaba por el frio...

Y de pronto se dio cuenta, como si le hubiesen dado un tortazo, de lo que acababa de suceder... de lo que le acababa de decir, y quién se lo decía. Y sonrió, y le dijo:


-Estúpida mocosa romántica y crédula... ¿cuándo aprenderás a morder sin preguntar?

martes, noviembre 14, 2006

Pase sin llamar

2006. nov. 14


-¿No te molesta?

-¿El qué?

-Estar enamorado.

-¿Por qué habría de molestarme?

- ... No sé... no me gusta la idea de depender de una persona, de las sonrisas de alguien ajeno a mi para poder sonreír, que me haga falta su presencia para poder respirar...

-¡¿No respiras cuando no estás conmigo?!

-...¿Eres tonto? ¿Cómo no voy a respirar?... lo que pasa es que ...sé que pareceré estúpida, pero se me olvida. Una vez Sonia me tuvo que decir que respirase, porque estaba morada...

-Jajajaja, ¿de verdad no respiras?

-¿A tí no te pasa eso?

-No. Pero eso no significa que no te quiera.

-¿Qué significa, entonces?

-Que cada día eres más despistada.


-.....





-Sí, creo que tienes razón.

lunes, noviembre 13, 2006

A través del cristal...

2006. nov. 13





Sentada en una terraza, en pleno mes de agosto, estaba ella, Alessandra, observando el interior de la cafetería.

Había mucha gente, demasiada, quizá, como para que ella se hubiese sentido a gusto dentro, y además, hacía demasiado calor. No, definitivamente, prefería sentarse fuera; además, así tenía una mejor perspectiva de ellos.

Ocupando una mesa, en un lugar alejado, había una pareja: un hombre y una mujer, él, y ella, noche y día, sol y luna.

Hablaba él, con la cabeza gacha, incapaz de mirarla a la cara, y ella lo observaba, entre dolida, confusa, enfadada y traicionada, pero no decía nada, y tampoco le exigía que la mirase a la cara. Alessandra supuso que preferiría que no lo hiciese, porque ella no quería llorar delante de él... ya no.

Susupiró, y dejó de mirarlos un instante. Se fijó en las palomas que se paseaban por la calle, buscando a alguien que dejase caer descuidadamente algo de comida. Pensó en lo agradable que debería de ser vivir la vida de paloma... pudiendo volar, libre... y sin necesidad de estar atado al maldito capitalismo. Se imaginó volando, muy lejos, y muy alto, lejos de todo y de todos...

Un grito suplicante la devolvió a la realidad, y volvió a mirar hacia el interior del bar, donde ella ya se había levantado, y salía de la cafetería, tratando de retener las lágrimas, y a él sentado aún en la silla, con la cara hundida entre las manos.

Alessandra se levantó, se dispuso a seguir a la chica, pero cambió de opinión y dio la vuelta, hacia el bar.


-Hola.

-No quiero nada, déjeme un momento porfavor, enseguida me iré- dijo él por toda respuesta.

-No vengo a decirte que te vayas... quiero que me digas lo que le has dicho a ella, que me hagas odiarte como te odia ella, quiero no querer que veas llorar a mi orgullo, quiero detestarte.


Él la miró, perplejo, sin saber qué decir, ni qué pensar de aquella extraña que le decía que quería odiarle. Y de pronto, todo su mundo se vino abajo, en un solo instante, con sólo sostener la mirada grisácea de aquella desconocida. Se partió el suelo a sus pies, y comenzó a llorar como un niño asustado.

Ella le pasó un brazo por encima y se lo llevó de allí, ante las miradas inquisidoras de todo el bar. Caminaron durante cinco minutos, hasta llegar a un bosquecillo apartado de la mirada del mundo, y allí ella dejó que él llorase en su regazo durante más de una hora lágrimas amargas y llenas de culpa.









Y entonces lo odió con toda su alma.

sábado, noviembre 11, 2006

Tengo hambre...de tí

2006. nov. 11


-Wow... qué profundo ha sonado eso...

-¿El qué?, si no he dicho nada.

-¿Seguro?, creo que tu estómago discrepa contigo, por mucho que le duela- sonrió, echando la cabeza hacia atrás para mirarlo a la cara.

Él se sonrojó un poco, pero siguió hablando:

-Es que todo esto es culpa tuya, desde que llegamos no has parado de hablar, y de contarme cosas, y de besarme...Me contabas algo durante cinco minutos, te quedas callada tres segundos y luego me besas, me cuentas algo, me miras y me besas... Ni siquiera me has dejado levantarme.

Ella lo mira, tratando de parecer ofendida, y le espeta:

-¿¡Yo soy la culpable de que tú no te sepas alimentar como es debido!? Creo recordar que fuiste tú, y no yo, el que decía todo el rato por teléfono: "Cuando te vea te voy a comer a besos... Tengo hambre de ti."

>Y yo llego, y me espero una bienvenida llena de pasión desenfrenada y loca, y lo que me encuentro es que soy yo la que tiene que hablar y que besarte para que reacciones, ¡parece que tuvieses dieciséis años, y no 28!


Y se quedan en silencio unos minutos, observándose, captando cada movimiento del otro, cada mirada, y sus corazones se aceleran, como si realmente volviesen a ser adolescentes. Finalmente, es él el que rompe el silencio.

-Y es verdad que tengo hambre de ti, que te comería a mordiscos, me bebería tu sangre, gota a gota, pero tú aún no me has dicho...¿tienes hambre de mi?


-...

Alza la mirada, muy seria, y lo mira a los ojos, y poco a poco, una sonrisa casi infantil, como la que tienen los niños al oír que dentro de poco será Navidad, se va dibujando en su rostro.






-Cómeme, pues.

viernes, noviembre 10, 2006

Vals

2006. nov. 10



Le gustaba sentarse a escribir en los recreos... siempre buscaba el sitio más apartado, y el más hermoso, pero nunca encontraba el sitio perfecto, y siempre andaba caminando, de un lado a otro, como el viajero perdido en el desierto que busca un oasis de ilusión.

Al final siempre acababa sentada en el mismo lugar, bajo una ventana y sentada en el suelo, con su música y la libreta como únicos compañeros, y su alma como guía. Y allí utilizaba los pocos minutos que le quedaban para dar forma a sus ideas, a sus deseos, a su imaginación... Pero sobre lo que más le gustaba escribir, era sobre sus amores, sobre los hombres a los que ama, a los que amaba y a los que amará, escribía sobre cómo sería el momento en el que sus labios rozasen los de él, lo que se dirían antes; le encantaba imaginarse cómo sería el juego que introduciría el amor en sus vidas, casi podía ver a Cupido enrojecer de la alegría al ver sus miradas cruzándose anhelantes...

Y entonces no podía parar de sonreír, y en silencio bailaba un vals inexistente, llevando un vestido rosado de gasa, que giraba con ella a cada vuelta que daba, como si estuviese cosido a su piel. En esos breves instantes en los que nadie la veía, y ella los veía a todos, se sentía feliz, y una sonrisa pícara amenazaba con querer establecerse en su rostro por el resto de su vida...



Y suena el timbre del fin del vals, cuelga su vestdo de gasa rosado y se vuelve a clase, y promete a sus acompañantes que volverá para bailar otra vez con ellos. Cuando regresa al aula se convierte sólo en la chica que saca buenas notas y que gusta de escribir para ella en sus ratos libres, y que no soporta que nadie lea lo que ella lee...



Y sonriendo miraba la moza...

¿A quién?

Nunca lo sabrá.

jueves, noviembre 09, 2006

Post...algo

2006. nov. 9


-¿Qué haces?

-Escuchar música.

-Eso ya lo veo, ¿pero qué haces escuchando esa música?

-Nada. ¿Qué tiene de malo que escuche esta música en concreto?


-No sé, creía que habías dicho que se había acabado...

-Y no he dicho lo contrario..

-¿Y entonces?, ¿Qué haces escuchando algo que se supone que pertenece a algo que ya se habia acabado?

-Me gusta recordar...y puede que escuchándola, encuentre el error...

-No lo encontrarás ahí, lo sabes...

-...

-Lo echas de menos.

-No me acuses de nada, tú también lo echas de menos.

-Sí, pero yo no me regodeo en ello.

-Eso es lo que tú te crees...

miércoles, noviembre 08, 2006

Hasta la próxima...

2006. nov. 8



"Fin"

- Ya está.

-¿Ya?

-Si.

-Pareces muy satisfecha...

-¿Y por qué no habría de estarlo?

-No lo sé... ¿tal vez por que se ha vuelto a acabar, y no se diferencia en nada de las demás?

-¿De verdad crees que no se diferencian en nada?

-...Bueno, nada, nada, lo que se dice nada... pero el resumen es el mismo.

-Ya...

-¿Crees que cambiará alguna vez?

-Es posible... realmente, espero que sea asi.

-¿Cuando?

-Cuando esté preparada... o cuando logre averiguar en qué es en lo que me equivoco...

-.... Eso te lo podría decir yo. ¿Te lo digo?

-¿Tantas ganas tienes de que cambie?

-Sí. ¿Te lo digo?

-...No.

-¿Por qué?

-Porque si me lo dices tú, será como si yo nunca lo hubiese descubierto, no aprendería de ese error; sin embargo, si lo averiguo yo sola, podré solucionarlo, y estaré alerta para no cometerlo más...

-¿Por eso no le has puesto el punto al "fin"?

-Si.


martes, noviembre 07, 2006

Dilema...¿filosófico?

2006. nov. 7


¿Qué es lo que se ha de hacer? ¿Qué he de pensar? ¿Qué es lo que he de decir, de creer, de soñar, de dudar?


Se me ha dado una conciencia, la capacidad para pensar, para discernir entre una cosa y otra, saber qué esta bien, y qué mal...


Sin embargo, ante lo que más anhelo saber ahora mismo, incluso más de lo que antes consideraba primordial (¿lo he considerado importante alguna vez?), me siento impotente al no saber qué pensar, qué creer o qué decir.


Escucho tus palabras, las de los demás, y empiezo a creer que tenéis razón, que yo me he equivocado, pero algo en mi fuero interno se remueve, rabioso y salvaje, recordándome con cruel alegría, que no porque el pueblo en completo se pusiese en contra de Galileo, tuviesen ellos más razón, que en ocasiones son las masas las que mayor probabilidad tienen de equivocarse...

¿Pero es ese mi caso, o no? ¿Para qué se me dio la capacidad de razonar si no sé hallar la respuesta a la más simple de sus preguntas?

lunes, noviembre 06, 2006

"Cuando la niebla el mundo me velaba"

2006. nov. 6


Es curioso la cantidad de impulsos nerviosos, los deseos secretos, ocultos incluso para el propio que anhela, que llevan a las personas a realizar las cosas, a desnudar el alma ante los extraños, y a esconderla ante los más cercanos.


Hay ocasiones en los que se piensa que se muestran cosas a las personas equivocadas, o tal vez se le muestran las cosas que no querian ver. Es un círculo vicioso, la libertad...


Yo tengo el derecho, como persona, de poder decir lo que siento, lo que quiero, lo que anhelo, lo que deseo, lo que me gusta y lo que no...las personas a las que amo, y a las que, simplemente, me son indiferentes.


Pero tú también lo tienes, y tienes el derecho de no querer escuchar lo que yo digo, hablo y siento, y ahi se enfrenta todo, y comienza el dilema...







Es esta maldita mania humana de desear siempre lo imposible lo que me vuelve loca, lo que me hace querer entender por qué es imposible...



No sé si pedir perdón o esconderme debajo de las sábanas....se adminten opiniones :]

domingo, noviembre 05, 2006

Excusas...

2006. nov. 5

Excusas... para todo.

Para amarte, para odiarte, para desearte, para olvidarte, para olvidar que te olvido...


Para volver a amare cuando vuelves, para encerrarte cuando te vas.


Excusas para sonreír cuando te hablo, para decirte cosas que no diré a nadie más.


Excusas para fingir que no me importa que ella te importe, para fingir que no hay noche que no me pregunte por qué.


Excusas para querer que me quieras, para no llorar por ti... nunca he llorado por ti, ¿sabes?


Excusas para no dejar de dormir por ti, para escribir por ti, para esconderme de ti, y para entregarme sin miedo a la incertidumbre de tu mente.


Eso es lo que anhelo de ti, todo eso por lo que busco excusas reside ahí.

Es tu razón para ser como eres, para amar como amas, para decir lo que dices...para hacerme sentir como siento, para ser como lo eres tú...

Y siempre pienso, cuando descubra todo eso...¿Cuál será mi excusa?





"Disculpe, pero creo que me he enamorado de usted..."











¡¡MENTIROSA!!

viernes, noviembre 03, 2006

En el parque...

2006. nov. 3



-¿Ahora?

-Sí, ¿por qué no?


Ella lo miró fijamente, esperando descubrir el brillo de la broma en sus ojos, pero para su sorpresa, sólo encontró la firme determinación de quien espera una respuesta.


-¿Y?- repitió, impaciente.

-Esta bien, -sonrió ella- pero ¿qué vamos a bailar?


Él se quitó un auricular de la oreja y se lo tendió a ella; esaba sonando una canción de F. Lomuto; lo miró, buscando algo, quizá intentando entender, pero él ya se había colocado el otro casco en el oído, y la agarraba por la cintura.


- El único inconveniente será que tendremos que estar algo pegados- dijo, refiriéndose al cable de los auriculares.


-No creo que eso sea problema- bromeó.


Él la miró con una sonrisa que habría derretido al más frío corazón, y comenzó a guiarla. Y poco a poco se fueron dejando llevar por la música...


Horas más tarde, la gente que pasaba por allí, contaría que habían visto a dos amantes bailar en el parque, al son de un tango inexistente.














Inspired by AsDePiqas

jueves, noviembre 02, 2006

Anhelos

2006. nov. 2



Luna y sol

Noche y día

Ying y yang

Hombre y mujer

Cara y cruz

Bien y mal

Amor y odio

Significado y significante

Daño y perdón

Deseo y censura

Tú... y yo





¿Qué más necesitas?

lunes, octubre 30, 2006

Humpf...tengo una rabieta...

2006. oct. 30


Joooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!


......



¿Por qué no me esperaste?




¿Por qué te dije eso?




¿Por qué la vida es tan injusta?




¡¡Esta noche no duermo por tu culpa!!







¡¡¡Ven aqui y léeme!!!

domingo, octubre 29, 2006

Porque ers tú, y tú, y solamente tú...

2006. oct. 29


Y soñaré...

Mientras tú sigas aquí, mientras me digas que me quieres, mientras tenga venganzas pendientes contigo... mientras me sigas considerando una de las mejores....


Viviré...

Minetras yo siga siendo yo, y tú seas los dos....Mientras el tiempo siga siendo libre, y el mar prisionero de las costas...Mientras me despierte sonriendo porque no recuerde lo que he soñado....


Pensaré....

Minetras me pidas que escriba...mientras me duela que me lo digas tú...mientras se me rompa el alma sin razón aparente... Mientras siga queriendo ser otra siendo yo...


Y cuando deje de soñar, de vivir, y de pensar...será entonces, cuando te diga...




cuánto te quiero...

sábado, octubre 28, 2006

Para empezar...

2006. oct. 28


No te imaginas...
No me imagino...
No se imaginan...

Nada...


Sólo percibes...
Sólo percibo...
Sólo perciben...


Una pequeña parte de todo lo que costó....y lo que costará; tener cien años por delante para hacer..


Que imagines
Que imagine
Que imaginen


Que percibas
Que perciba
Que perciban...


Lo que te he echado de menos, y lo poco que he pensado en tí, el tiempo que he pasado bajo ellas sin saber qué estaba haciendo, sabiendo que aún me queda mucho sol que ver tras las nubes...


Y aún así...



Sigues siendo uno más...En mi pequeño proyecto.


Sigues siendo una nube :]










[Moby ft. Amaral "Escapar"]

martes, octubre 24, 2006

Aysha

2006. oct. 24


...Y ella camina sigilosamente, como si sus pies no se atreviesen a tocar el suelo, pero él la siente inmediatamente tras él, y sonríe, satisfecho.

-¿A qué has venido?

El silencio sigue invadiendo los anchos muros de las mazmorras, roto solo por el insesante caer de las gotas de agua al suelo. Ella le dedica una mirada llena de odio y rencor. Pero él sabe que eso es sólo fachada... y ella teme que él lo sepa mejor que ella...


-¿A qué has venido?- insiste, esta vez en un tono más autoritario.- Sabes muy bien que no puedes estar aquí, tu lugar está en otro sitio.


- Conoces las razones perfectamente. - contesta ella. - Quiero verlos, sino, no volveré de ningún modo.


El ríe por lo bajo y se da la vuelta. Se acerca a ella y la besa. Luego se separa, y la mira, soriendo.


-¿De verdad crees que estás en posición de exigirme nada?


Siente cómo entra en lo más hondo de su alhläm, y ella trata de permanecer impasible a su escrutinio. Cuando ha terminado, la mira, y dice:


- Está bien, pero tendrás que volver inmediatamente, después de que hayas oído las nuevas órdenes que tengo para ti.

Aysha suspiró para sus adentros, aliviada por que la dejasen entrar, pero una sombra de miedo y preocupación se cernía sobre su alhäm cada vez que le encomendaba una nueva misión, y no pudo evitar un leve estremecimiento, que él notó. Se rió por lo bajo, y la dejó pasar.


Cuando el soldado krôm se hubo apartado de la puerta, Aysha se abalanzó dentro del calabozo, donde la esperaban ellos... Se fueron acercando, poco a poco, hacia donde estaba ella, con sus brazos extendidos, y cuando estuvieron más cercanos al campo de luz de la muchacha, esta profirió un grito de terror y desconsuelo...



Él la miró, asombrado...Y ella, notando su admiración, se sonrojó.

-¿Esto lo has hecho tú?

-... S-sí...

-¡Vaya! ¡¡Es genial!!

-...Gracias..

-...

-Pero, hay una cosa que no entiendo...¿por qué tanto misterio, si me has dicho que no tienes intención de seguirlo?

Ella lo miró, con sus ojos verdes, de una manera tan profunda, que él sintió que el mundo se podrí acabar en ese instante. Aún así, ella dijo:

- Porque yo no lo continuaré...serán ellos.

viernes, octubre 20, 2006

Idiota

2006.oct.20





-Es curioso lo que la distancia puede hacer, ¿no?



-Jeje...La verdad es que si.


Y le da un beso suave, casi imperceptible en los labios....

Ni siquiera se puede hacer una idea, de lo más ligera, de la cantidad de noches que pasó bajo las estrellas, mirándolas, llorando su ausencia bajo ellas, contándoles todos los secretos de los dos...






Hacía apenas dos horas que había llegado ....







































Lo siento.

martes, octubre 17, 2006

¡¡TE QUIERO!!

2006. oct. 17


Cómeme, muérdeme, saboréame, ámame, ódiame, mátame, apasióname, perdóname, enfádame, entiérrame, bórrame, ignórame, cántame....

Pero por lo que más quieras....


No me olvides.












¡¡¡TE QUIERO, TE QUIERO, TE QUIERO, TE QUIERO, TE QUIERO!!!




¡¡¡CÓMEME!!!

domingo, octubre 15, 2006

La carta

2006. oct. 15


- ¿Y por qué viniste tú aquí?


-Y-¿yo?...pues no lo sé, yo...


Sonríe de medio lado y la mira...Cree saber su secreto, lo que se esconde en su alma romántica y pasional...Pero nunca llegó a saber de un modo cierto lo lejos que se hayaba él de las verdaderas motivaciones de la que más adelante fuese su musa...



Y ella lo miraba a él, con el corazón latiéndole a mil, y sintiendo que él lo sabía todo de ella y nada de él.


Hubo un tiempo en el que gustaban de hablar largas horas, sobre cualquier cosa, y todo apuntaba a que esas conversaciones, las sonrisas de ella, y las miradas de él, llegaría a ser una bonita historia de amor; pero si hay algo que define al destino, y a la vida, es que juega con las personas a su antojo, uniéndolas y separándolas a placer.



Querido:



Espera...sólo espera.


Eso es lo que me hubiese gustado decirte tantas veces, en las que las palabras no me salían, me hubiese gustado gritarte tantísimas cosas, y susurrarte muy pocas. No sé si alguna vez te lo llegué a contar.


Odio susurrar, prefiero gritarlas, porque así los sentimientos se sienten más libres dentro de su continua prisión que son las palabras, y pueden besar el viento con ternura desesperada... No sé si te lo conté... fueron tantos los secretos mentidos, y los abrazos confundidos.


Una vez vi una foto, de dos personas que se abrazaban. Él la abrazaba a ella como si por entre los resquicios que dejaban sus brazos se fuese a escapar su vida, había tanta pasión, tanto deseo en ese abrazo. También me hubiese encantado abrazarte así, pero nunca fui capaz de sentir ese deseo, ese abrazo.


Se me partió el corazón en mil pedazos cuando me dijiste que me amabas, y más cuando descubrí que, cuando hablábamos, te escapabas de mi lado para viajar con la mente al lado de ella. Siempre supe que la amabas, yo también la amé una vez, pero ella me mintió, me traicionó, o tal vez solo yo fui la que se engañó, queriendo creer que estaría a mi lado para siempre, porque ella también me quería... Pero ya nada de eso importa.


Como bien he dicho, se me partió el corazón, y nunca pude volver a recomponerlo cuando vi el "Te quiero" tachado encima de la mesa, y tu silla vacía. Fue demasiado el dolor que sentí...



Te quiero.













Ahora, al releer la carta que ella escribió en la servilleta, sus lágrimas vuelven a derramarse por su rostro, preguntándose por qué no se quedó a esperar su vuelta.

jueves, octubre 12, 2006

Queriendo...te

2006. oct. 12


No puedo hablar de hoy, porque ya es ayer, y me prometí no hablar del pasado, y tampoco puedo hablar de antes de ayer, porque algún día, eso fue mañana.


Sólo me queda hablar de las lágrimas que quise derramar sobre mi almohada, y que nunca la humedecieron.



Porque nunca os entenderé.






"Te escribí el te quiero en el número cinco, y te llevaste el "te", y me dejaste el "quiero", y por eso sigo queriendo...te."



El resto del 5 te lo dejo a ti, As ^^

sábado, octubre 07, 2006

Y así te vas...

2006. oct. 7

-...Y le pasabamos una cuerad al cesto, y ella se lo subia parriba, lo vaciaba, y luego nos lo bajaba con botellas de vino y comida...


-¡¡Ala!! Jajajajajaja. ¿Y el coronel no se daba cuenta?


-No, sus hijas las pelaban, y luego nos pedian el cesto para poner las papas, y mientras nosotros nos bebíamos el vino y la comida. Jajajajaja...


- Que chulo... ¡cuéntame más!


-Bueno, un día me gané un permiso, porque...


Tus palabras acuden a mi memoria cada noche, y en ocasiones lloro con ellas, otras me rio; la verdad es que tenías mucho que contar, y poco tiempo para ello, te habían pasado tantas cosas.


Pero esta vez, no es por tí, o por mí misma por quien acuden tus recuerdos a mis noches, sino por él...


Arrastra tras de sí tanto dolor, tanto sufrimiento, deseos locos de echarse a correr, de huir a los brazos acogedores de su amada, y hundirse en sus besos para siempre; para olvidar, para no setntir más.


Porque ve, como yo, que una persona valiosa se va sin que a él le de tiempo siquiera de despedirse, porque no le dejan. porque no puede, porque es mejor así. Pero aún asi no puede evitar recordar las promesas que le hizo y que no podrá cumplir, y las historias que le tendrá que contar al viento sobre él. Sabe que estará mejor, pero él seguirá sufriendo, porque él vive, y padece su ausencia, y maldice cada segundo que malgastó sin estar a su lado....




Porque la muerte llega cuando uno menos se lo espera, pero siempre hay gente al rededor que lo presencia, y que te ofrece el hombro para que llores, y la mano para levantarte.





Te quiero, Ima.

martes, octubre 03, 2006

Eco

2006. Oct. 3


Ecos....cuando abro la puerta de la habitación y no estás, cuando la radio deja de sonar... Ecos de ayer, de hoy; ecos de caricias, de besos que no me diste, que no te di...

El eco de las palabras que se quedaron en mi garganta, eco de las palabras que hicieron que mis ojos llorasen. Ecos de risas compartidas, solas, abandonadas y acogidas.

Aún queda el eco de tus pasos por la calle, el de las personas que caminaron ayer por ella; si escuchas bien, podrá contarte una historia...






¿La oyes?









El mundo está compuesto de ecos que nunca se han dicho, y de coincidencias destinadas, compuestos de mi, de ti...



Pero sobre todo, el eco está compuesto de la soledad que sentí cuando te fuiste... y no te vi.