miércoles, noviembre 15, 2006

Por verte

2006. nov. 15


Llovía...

Estaba lloviendo como nunca había visto llover en toda su vida. Las gotas de agua parecían balines que se estrellaban furiosos contra el suelo y contra cualquiera que pasase por alli sin paraguas.

Él lo observaba todo desde la ventana abierta, sintiendo cómo el agua entraba dentro y le mojaba la cara. En una ocasión sacó la cabeza por la ventana y dejó que la lluvia se lo empapase por completo... y se acordó de ella, de la última noche que había pasado abrazado a ella.


La echaba tantísimo de menos, pero no paraba de recordarse que ella no era más que un obstáculo, una piedra molesta en su plan. Ellos tenían razón, cuando estaba con ella no era capaz de hacer nada, su voluntad se anulaba y pasaba a ser la de ella, y dejaba de ser él, de ser libre...


Sacudió la cabeza para deshacerse de su recuerdo como de un insecto molesto, y mojó todo el suelo. Cerró la ventana, y se puso a leer...




Imposible.



Su mente era ahora de ella, y solo de ella, no había sitio para nada ni para nadie más. Pensando que alejándola de él conseguiría olvidarla, no había hecho más que afianzar su recuerdo en su memoria.


Pensó en lo que le había dicho para que ella se alejase de él...


-Anulas mi personalidad... y yo quiero ser libre, y contigo en mi vida no puedo. No te quiero.-había dicho...


Se acordaba de su cara, de la expresión de su rostro cuando por su boca salieron esos puñales afilados. El dolor y la tristeza de sus ojos, la desesperación de su boca, las ansias de sus manos por trepar por su espalda, ahora vetada a ella. La recordaba con tanta claridad que le hacía daño...


Ding dong!


Había pensado muchas veces en buscarla y en pedirle perdón, en decirle lo idiota que había sido por creer que sin ella estaría mejor...



Ding dong! Ding dong!


Pero no sabía dónde estaba ahora, no sabía a dónde se había ido... Ni siquiera aceptó su teléfono cuando ella le propuso continuar siendo amigos.



Ding dong! Ding Dong! Ding dong!



Tal vez había encontrado a alguien que sí pudiese ofrecerle todo su voluntad...


Llamaron a la puerta, esta vez con más insistencia, y se levantó con un suspiro exasperado para abrir. Nunca se había imaginado lo que iba a encontrarse al otro lado...



-A...autonomía: Liberarse, zafarse de las limitaciones, escaparse de las restricciones. Resistir a la coersión y la limitación. Evitar o dejar las actividades ordenadas por las autoridades dominantes. Ser independiente o libre respecto a actuar según un impulso... No comprometerse, ser irresponsable. No respetar las costumbres.




Silencio... Ninguno habló durante largo rato. Ella tenía la cabeza gacha, aún sin creerse lo que acababa de hacer. Estaba empapada, los cabellos mojados le caían lacios por la cara, y sus manos temblaban de un modo casi incontrolado, pero hubiese dado su mano derecha a que no temblaba por el frio...

Y de pronto se dio cuenta, como si le hubiesen dado un tortazo, de lo que acababa de suceder... de lo que le acababa de decir, y quién se lo decía. Y sonrió, y le dijo:


-Estúpida mocosa romántica y crédula... ¿cuándo aprenderás a morder sin preguntar?

2 comentarios:

***SaRa*** dijo...

^^ chicaaaa pero que buenos ratos me haces pasar, en una tarde con aburrimiento apareces tu tachin, me despejas....

Libelle dijo...

Jajaja...^^

Me alegra oir eso^^