jueves, noviembre 30, 2006

Pintura

2006. nov. 30




-... Algún día me voy a ir a Francia...



-¿Quieres dejar de ser pesada?



- A París...



-¿Por qué nunca me escuchas? Intenta no implicarte tanto, trata de que te dé un poco igual...



-Y me iría a pasear... sólo pasearía...



-Puedes perder mucho si sigues asi...



-Y en uno de esos paseos interminables, me encontraría con un francés... un pintor...



-...


-...Que tendrá las manos manchadas de azul cielo y blanco, y me llamará bonita... y compartiríamos una historia de amor en una noche...




-No te das cuenta de que te estás haciendo daño, no haces más que perguntar qué haces mal... Y no quieres ver que tú misma te respondes, te responden a todas horas, te ponen señales que vería hasta un ciego, pero tú te empeñas en ignorar lo evidente. Te crees muy mayor, pero no eres más que una mocosa.



-...Luego yo me iría, y no recordaría su cara, ni su nombre... sólo sus manos manchadas de pintura azul cielo y blanco...



-Me tienes harta... siéntate a comer y espera a que vengan a extirparte el cerebro, anda.



miércoles, noviembre 29, 2006

Entre besos y bufandas...

2006. nov. 29


Debajo de la cama, encima de la mesa, en la gabeta de las llaves, en mi balcón, detrás de la puerta, entre tus cartas, en el espejo, en la lluvia, en tus miedos... No los encontré.


En tus canciones, en tus poemas, en mis miedos, en mis paranoias sin sentido, en tu compleja simpleza, en las dudas que me machacan la cabeza día tras día, en la esquina, detrás de esa pared, en el parque, en las nubes, en el partido, en tus miradas, en las mias, bajo la ventana... Casi los vi.


Busqué en todos lados sin ningún resultado, miré en todos los lugares que se me ocurrían, y lo hacía deprisa, no quería que se me escapasen... en alguna ocasión vi la sombra de uno... lo intenté robar, pero fue más rápido que yo.


Y cuando me sentía vencida, cuando empezaba a pensar que nunca encontraría ninguno, me di cuenta de que allí, en el horizonte, había uno para mí, y solo para mi, que me esperaba y se acercaba poco a poco, lentamente. Y comienzan las mariposas en el estómago, las sonrisas y las lágrimas juegan a su antojo con mi rostro: ya no sé si reir o llorar, si amar u olvidar. ¿Qué es lo más fácil? ...








- ¿Qué sucede?


-...


-Ya lo sé, pero no es para ponerse asi...


-...


-¿En serio es eso lo que piensas...?


-...



-... ¿Y ahora?



-...




- snif...






















[Porque tu bufanda me prefiere a mi. ]

martes, noviembre 28, 2006

Habla, y despierta

2006. nov. 28


Dime qué hago, cómo respiro, cómo miento, cómo te espero estando a tu lado, sintiendo que no sientes nada cuando me tienes cerca, y que me añoras cuando estoy lejos...

Dime si realmente vale la pena esperarte, tengo miedo de perderte, pero temo más aún el no haberte tenido nunca. Siento como si sólo yo sintiese que entre los dos hay algo extraño, algo que no termina de cuajar, y no porque necesariamente no tenga que estar ahi. Dime, si realmente quieres que te espere, cómo hago para comportarme, para reprimir todo eso que siento mientras estás a mi lado, y liberarlo cuando estás tan lejos de mi.


Porque te echo de menos cuando estás lejos, y me matas cuando te sientas a mi lado. Porque me miras con esos ojos que me tienen hechizada, y aún no he descubierto si me miran con amor o con lástima. Porque soy incapaz de dormir tres horas seguidas sin que te cueles en mis sueños... y siempre te veo cerca, tan cerca, que creo que es verdad, y cuando el cruel angel del sueño se aleja de mi, me hallo otra vez acostada en mi cama medio vacía, en mitad de una noche llena de sombras invisibles que me aprisionan...

















Porque ya no sé si quieres que te diga "te amo".

domingo, noviembre 26, 2006

Atrévete

2006. nov. 26



Despierta, abre los ojos... Levántate, y avanza. Vete lejos, muy lejos, abandona todo lo seguro, todo lo que para ti ha significado algo alguna vez, todo lo que has conocido, todo lo que has amado, y querido: abandónalo, déjalo atras, y avanza solo, sin nada...


Vete al lugar más alto que encuentres, el más alto, y el más lejano. Sube hasta la cima, y cuando ya estés arriba, dirígete al borde y mira hacia abajo, siente cómo las piedras se deslizan bajo tus pies. Respira hondo, siente el vértigo, el gancho que empuja de ti hacia abajo, irresistible, misterioso...


Saborea el momento, anhela el dejarte llevar, el saber a qué sabrán los labios de la suerte. Y cuando sientas que ya no puedes más, que vas a tirarte, date la vuelta, y vuelve, y ama de nuevo, recupera todo lo que por unos momentos te habían creído perdido...











Y cuando sientas que ya no puedes más... regresa, y olvida.

sábado, noviembre 25, 2006

¿Parte de la Verdad?

2006. nov. 25


Míralos, miraos... tan débiles, predecibles e indefensos. Son patéticos, ¿no crees? Observa cómo se van moviendo entre ellos, relacionándose, tratando de demostrarse los unos a los otros, e incluso a ellos mismos lo bien que se pueden mentir. Su existencia está basada en la mentira, la hipocresía y la falsedad.


Dan incluso pena... aunque más bien me inspiran asco, asco de como se miran a los ojos los unos a los otros y se dicen que se quieren, cómo se sonríen, como mienten cuando dicen que está bien y por dentro se doblan del dolor de su alma... Pero claro, ellos nunca ven eso. No son capaces de ver más allá de sus feas narices. Su filosofá más básica se basa en el YO, YO , YO, y más YO, y a partir de ahí van creando cosas aún más simples, teniendo pensamientos y actitudes aun más infantiles de las que podría tener un bebé de once meses.


Y siguen fingiendo ser felices en su ignorancia, en su simpleza. Se esfuerzan por crear una vida para ellos mismos en la que fingen que todo lo que hacen y todo lo que dicen es verdad, que la mentira y la hipocresía no baña sus vidas con el manto pútrido de la falsedad...



-Pero vos sois en parte humana... ¿no, mi señora?


-Presisamente porque hay humanos que ven más allá de sus narices te estoy contando esto.

viernes, noviembre 24, 2006

Mentiras

2006. nov. 24


Te quiero.


Te he echado de menos, seguro que tú también...


Claro


Te admiro.


Eres un misterio para mi.



Me gusta como hablas.



No me importa que te hayas enamorado de ella.


Me gustaría quedar algún día, sería divertido.


No me interesa hablar contigo.


Claro que no me importa, ¿por qué habría de importarme?


Te quiero, amor...


Ojalá pudieses oírme.


Si algún día lees esto, yo me muero.



No quiero que tengas prisa.


Me cae bien, espero haberle gustado yo también...


No los tengo aquí, por eso no te los dejo...


Lo siento, esta tarde no puedo, tengo que salir...



Claro que no me importa que no me hayas avisado, mira tú, me voy a morir por no ir...


¡Lo siento, se me olvidó por completo que me odiabas!









¿Y por qué mentiras?


Porque no son verdad.

Fotos de Otoño

2006. nov. 24


Vaya, hola. ¿Qué tal estás?


Sí... me alegro de haberte visto, a ver si coincidimos, ¿eh?


... Jajajaja, sí, es verdad.


Bueno, pues lo dicho, que me alegro de haberte visto. Venga, un beso. Adiós.




Cuántas cosas pueden pasar en tan sólo una estación, y lo poco que pueden cambiar las canciones. Es curioso lo mucho que te puedes llegar a enamorar de las letras y de la voz de un cantante, tan ajeno a ti, y a la vez, tan cercano.


Puede transportarte a mundos que no habías visto nunca, te hace sentir cosas que hace tiempo creías que ya tenías olvidadas. Son capaces de transformar el significado de la palabra más desagradable, en el susurro más dulce. Los llamas cuando los necesitas, los abandonas cuando eres feliz, y aún así siempre vuelven, los mismos recuerdos no vividos.


Recuerdo que un día le confesé a una amiga que estaba enamorada de la voz de un cantante. Me miró como si estuviese loca, como si no pensase con claridad, y yo sólo me limité a sonreirle y a reafirmarme en mi postura: Me había enamorado de la voz de un cantante, y me hacía volar, gritar, pensar, llorar, amar, olvidar sin abandonar... Y eliminaba el rastro del llanto en mi voz cuando hablo.


Escuchando la voz de mi cantante descubrí cuán clara podía llegar a sonar mi voz cuando hablo y lloro a la vez, y lo divertido que es morderle a la vida donde ésta menos se lo espera.


Pasaría las noches en vela escuchando sus canciones, imaginándome a su voz sentada a los pies de mi cama, cantándole al aire, diciéndome con cada estrofa que tengo que escribir para mí... "Olvídate de los demás", me dice, "olvídate de mí. Abandóname para poder regresar algún día. Abandónanos a todos y descubre lo sola que estás y lo poco que te importa descubrirlo. Abandónanos y sé tú, sé libre."







Sácale fotos al otoño, amor...
Mira al mundo con ojos de cristal y lágrimas de piedra, siempre.

jueves, noviembre 23, 2006

Conflictos

2006. nov. 23


- ¡¡Aaaaaaaaaaarg!! ¡No puedes quedarte ahí encerrada toda la vida!

-Sí qué puedo, y lo haré... ¡vaya que si! ¡Esta vez no quiero salir!


-¡¡No puedes quedarte ahi para siempre Jenny, y menos por algo de lo que ni siquiera estás segura!! No es justo que lo juzgues sin saber, y mucho menos culparlo de tus paranoias.


-¡Estoy segura de lo que he visto!, y lo culparé de lo que a mi me de la gana...


-¡¿Pero por qué tienes que ser siempre tan fatalista y tan deprimente?! ¡¡Por una vez, sólo por una, hazme caso y mándalo a tomar viento fresco, y sonríe de una vez!!... Deja de llorar, Jenny.... por favor.


-¿Es que acaso a tí no te duele?¿Sólo siente una parte de mi ser? ¿Qué pasa contigo? ¿Somos una, o no?



-¡Claro que somos una! Y a mi también me duele, pero aprecio demasiado mi corazón como para dejar que se rompa por caprichos, o vete tu a saber qué... Eres tú la que tiene el corazón demasiado grande, y yo me encargo de protegértelo.... y créeme, no es fácil hacerlo cuando corres desnuda por el campo de batalla...


-Jejeje... lo sé, soy una inconsciente, ¿verdad?


-Claro, por eso estoy yo aqui...


-...



-...



-...Libelle...


-¿Sí?



-Gracias.

miércoles, noviembre 22, 2006

En tierra de Nadie visitada por Todos

2006. nov. 22


Me acerqué por detrás, sigilosa... me detuve un momento y te observé. Estabas extraño. aporreando una puerta que estaba abierta.

- ¿Qué haces?- pregunté.

-Quiero entrar- respondiste, distraído en tu tarea.


Ladeé la cabeza y te sonreí...


-¿Pero es que no ves que ya está abierta?

-¿¡Qué!?- te paraste de repente, verdaderamente asombrado de oírme decir aquello. La duda y la confusión se veían reflejados en tus ojos; trastabillaste, y te caíste hacia atrás. Me acerqué a tí y te tendí la mano para ayudarte a levantar.


-¿Qué haces aquí?- inquiriste.

-¿Aquí? ¿Yo?- reí, y mirando a mi alrededor te señalé la oscuridad que se cernía sobre nosotros, y la extraña luz que emanaba tanto de la puerta como de nosotros dos. -Esto es mío, aquí habito yo... La pregunta es, ¿Cómo has hecho tú para llegar hasta aquí, y además abrir la puerta? Y todo eso ciego.



No parabas de mirarme, parecías un niño pequeño al que le acaban de decir que Papá Noël no existe. Parecías tan perdido y titubeante. No hacías más que preguntarme qué debías hacer, como si yo tuviese la respuesta a todas tus preguntas. Y yo no podía parar de sonreirte y de mirarte a los ojos... eran tan claros, tan expresivos, y sin embargo lograste engañarme... ay.



Comencé a dirigir la conversación hacia otros temas más triviales, para tratar de menguar tu aturdimiento. Y a medida que hablábamos tu mirada se dirigía furtiva hacia la puerta, tratando de explicar en silencio por qué sentías esa atracción tan grande, por qué por cada poro de tu piel emamnaba el deseo irrefrenable de cruzarla.

Yo te veía, y sabía qué era lo que te pasaba. En ocasiones me preguntabas por qué, y yo sólo te sabía responder una cosa, y tu frustración aumentaba. Había momentos en los que dabas uno o dos pasos titubeantes hacia la puerta, pero enseguida retrocedías, temeroso. Por una milésima de segundo me recordaste a mí, perdida en tierra de nadie, y llena de dudas, pero luego comprendí, que yo sí me había arriesgado: yo había cruzado la puerta al segundo intento, el deseo fue demasiado para mi...


Entrar o no entrar, esa era la cuestión.



Lo que sucede... es que creía que sabía lo que ibas a hacer; creía que ibas a cruzar el umbral de la puerta, y que te quedarías ahí, como me quedé yo, observándolo todo, asombrada de lo luminoso que parecía todo desde dentro...








...Me había olvidado de Béquer.

martes, noviembre 21, 2006

Así empezó todo...

2006. nov. 21(la fecha está bien)


Dime cómo lo has hecho, quiero saberlo. No voy a luchar, a gritar, a llorar, no pienso siquiera oponer resistencia... Sólo quiero saber...

Cómo has hecho para que suspire a cada segundo tu ausencia, para que grite tu voz en cada esquina. Dime cómo has hecho para robarme el corazón, el alma, mi sueño... Ya no quiero dormir por miedo a que cuando despierte tu recuerdo ya no esté, y que se haya borrado la huella de tu mirada en mis ojos.


Quiero saber cómo has hecho para que no quiera pensar en nadie más que en ti, que cuente los segundos que faltan para verte. Dime qué has hecho para sublevar mi voluntad sin batalla.

lunes, noviembre 20, 2006

Síntomas de enfermedades incurables

2006. nov. 20


-Diga "ah".

-"Aaaaaaaaaaaaaaaaaaah"

-Jmmm... muy bien, es justo lo que creía.

-¿Lo que creía?, ¿A qué se refiere, doctor?


-Tranquila, joven no se alarme... recordemos... sus síntomas, si mal no recuerdo eran: taquicardia irregular...

-Si..


-Nerviosismo por causas "desconocidas"...


-Ajá...


-Y con ello la imposibilidad de comer...

-Eso es... ¿Qué tengo, doctor?


-Verá, señorita, usted tiene un cuadro agudo de enamoramiento incontrolado...


-¿De enamoraqué?


-En otras palabras, está usted enamorada, y si remedio...


- ¿Y qué voy a hacer ahora? ¡Nunca me había pasado nada parecido!


-No se alarme, no se alarme, esto es fácil de llevar. Actualmente es una enfermedad muy común, y no es necesaria cura alguna, más que el tiempo, si es que usted llega a desear cura. La mayor parte de las perosnas disfrutan de esta enfermedad, y llegan incluso a desearla...


-Y si la desean... ¿Por qué es una enfermedad?


- Porque se llora, y se sufre, y hay veces que sólo ama una persona, y no dos. Por cada sonrisa que vista su cara de aquí en adelante, señorita, tenga por seguro que verterá tres lágrimas por ella... Pero nadie le dice si es de dolor... o de alegría.













Y esto, señoras y señores, es una representación mía, para mi.
Se cierra el telón.

domingo, noviembre 19, 2006

El hundimiento

2006. nov. 19


Miedo...

Observo el reflejo y veo miedo... duda. En mis manos se aprecia el terror de lo que se puede llegar a hacer...


Tengo miedo de caer, de equivocarme, de llorar, de pedir perdón, de perder... otra vez.
Miedo, al fin y al cabo, de vivir, de sentir, de amar, de soñar, de ser quien soy.

Sigo buscando a esa persona que me abrace por detrás y me diga que todo va a ir bien, que nunca me pasará nada. Quiero sentir esos brazos de roble aprisionándome, haciéndome sentir segura, como un bebé indefenso en los brazos de su padre.
Quiero ver a ese indio que ha de protegerme, grande fuerte y valiente, que me quiera mucho, y que me obligue a dejar de tener miedo...





Porque tener cuatro años tiene sus consecuencias... y amar sin querer también.

sábado, noviembre 18, 2006

Y tengo tengo tengo tengo....tu no tienes nada

2006. nov. 18




Hoy...

Hoy me voy a volver loca.


Hoy llamarán a un psiquiátrico y me tendrán que encerrar sedada y con una camisa de fuerza.


Hoy vendrá el celador, y me traerá la comida, y yo le escupiré a la cara.



Hoy me reiré en la cara de todos esos psicópatas que están encerrados conmigo por poner esa cara de paletos.



Hoy pediré que me traigan un lápiz... y pintaré las paredes de la celda con rallones.



Hoy volveré a tener cuatro años



Hoy volveré a dejar de pensar



Hoy seré otra vez tonta e inocente....



Hoy volveré a mirar al sol buscando a Dios...








¿Y mañana?...





Ya veré.

viernes, noviembre 17, 2006

Nada

2006. nov. 17


¿Cómo es posible?



Aún no me lo explico, pero la verdad es que es así, para bien o para mal, te guste o no, es así.



¿Que por qué no trato de cambiarlo?


Pues porque hace ya tiempo que dejó de estar en mis manos la decisión de cambiar, ahora tú tienes todo el control.




Claro, yo también tengo la culpa, yo fui la que, aun sabiendo lo que pasaría, lo que podría pasar, no hizo nada por evitarlo...




Y eso era lo que te corroía las entrañas, el saber que me tenías en tus manos contra tu voluntad, que quisieses o no quisieses, siempre iba a ser así.

Sabías lo que estabas haciendo desde el principio...puede que de un modo inconsciente, pero lo sabías, y jugaste cone sa ventaja, nunca la dejaste pasar, y nunca dejarás pasar una oportunidad como esa, ¿dejar pasar delante de ti la oportunidad de hacer llorar a alguien de felicidad, y reír de desesperación? Jamás, rotunadamente no.


Así me esclavizaste. Ya lo habías hecho antes, pero yo salí mal, las otras aceptaban abandonarte contra su voluntad, porque era lo que tú querías...

Yo sin embargo me negué en rotundo: nunca nadie me había hecho sentir esas cosas, y no iba a dejar de sentirlas solo porque tú te hubieses aburrido, sólo porque te hubieses aburrido de ser encantador conmigo.

Realmente, no me importaba, te hubiese repudiado antes si me hubieses tratado como alguien única y especial, si me hubieses dicho que sólo pensabas en mi... habrías perdido tu encanto...




Al fin y al cabo... sólo eres tú... nada más.











[La verdad es que no creo que me importe casarme contigo...]

¿Un buen día?

2006. nov. 17



Competir, competir, competir...


Dibujo sueños en el aire, bebo nubes de colores


Beso amantes sin labios


Corro descalza sobre un millón de cristales


Me hundo en el hoyo más profundo


Te abrazo hasta que me duelen los brazos...


Pero no te suelto, no puedo y no quiero...


Porque parece que lo sabes todo, y nunca sabes nada


Estás siempre presente, pero nunca te dejas ver... Te escondes entre las sombras y me observas desde un rincón sin verme.


Juegas conmigo y sólo quieres pasar el rato...


No ves más allá de tí, o tal vez yo no veo a nadie más que a tí.


Tatuando letras en el ordenador


Aporreando el teclado con garrotes de cristal...


Besando labios con lengua de alfileres...






Sintiéndome sádica por momentos...



Aprendiendo a no ser la única.


Sabiendo cómo no ser la única siendo exclusiva.



Llorando pétalos de lágrimas.











Cómo odio a esa mocosa

miércoles, noviembre 15, 2006

Por verte

2006. nov. 15


Llovía...

Estaba lloviendo como nunca había visto llover en toda su vida. Las gotas de agua parecían balines que se estrellaban furiosos contra el suelo y contra cualquiera que pasase por alli sin paraguas.

Él lo observaba todo desde la ventana abierta, sintiendo cómo el agua entraba dentro y le mojaba la cara. En una ocasión sacó la cabeza por la ventana y dejó que la lluvia se lo empapase por completo... y se acordó de ella, de la última noche que había pasado abrazado a ella.


La echaba tantísimo de menos, pero no paraba de recordarse que ella no era más que un obstáculo, una piedra molesta en su plan. Ellos tenían razón, cuando estaba con ella no era capaz de hacer nada, su voluntad se anulaba y pasaba a ser la de ella, y dejaba de ser él, de ser libre...


Sacudió la cabeza para deshacerse de su recuerdo como de un insecto molesto, y mojó todo el suelo. Cerró la ventana, y se puso a leer...




Imposible.



Su mente era ahora de ella, y solo de ella, no había sitio para nada ni para nadie más. Pensando que alejándola de él conseguiría olvidarla, no había hecho más que afianzar su recuerdo en su memoria.


Pensó en lo que le había dicho para que ella se alejase de él...


-Anulas mi personalidad... y yo quiero ser libre, y contigo en mi vida no puedo. No te quiero.-había dicho...


Se acordaba de su cara, de la expresión de su rostro cuando por su boca salieron esos puñales afilados. El dolor y la tristeza de sus ojos, la desesperación de su boca, las ansias de sus manos por trepar por su espalda, ahora vetada a ella. La recordaba con tanta claridad que le hacía daño...


Ding dong!


Había pensado muchas veces en buscarla y en pedirle perdón, en decirle lo idiota que había sido por creer que sin ella estaría mejor...



Ding dong! Ding dong!


Pero no sabía dónde estaba ahora, no sabía a dónde se había ido... Ni siquiera aceptó su teléfono cuando ella le propuso continuar siendo amigos.



Ding dong! Ding Dong! Ding dong!



Tal vez había encontrado a alguien que sí pudiese ofrecerle todo su voluntad...


Llamaron a la puerta, esta vez con más insistencia, y se levantó con un suspiro exasperado para abrir. Nunca se había imaginado lo que iba a encontrarse al otro lado...



-A...autonomía: Liberarse, zafarse de las limitaciones, escaparse de las restricciones. Resistir a la coersión y la limitación. Evitar o dejar las actividades ordenadas por las autoridades dominantes. Ser independiente o libre respecto a actuar según un impulso... No comprometerse, ser irresponsable. No respetar las costumbres.




Silencio... Ninguno habló durante largo rato. Ella tenía la cabeza gacha, aún sin creerse lo que acababa de hacer. Estaba empapada, los cabellos mojados le caían lacios por la cara, y sus manos temblaban de un modo casi incontrolado, pero hubiese dado su mano derecha a que no temblaba por el frio...

Y de pronto se dio cuenta, como si le hubiesen dado un tortazo, de lo que acababa de suceder... de lo que le acababa de decir, y quién se lo decía. Y sonrió, y le dijo:


-Estúpida mocosa romántica y crédula... ¿cuándo aprenderás a morder sin preguntar?

martes, noviembre 14, 2006

Pase sin llamar

2006. nov. 14


-¿No te molesta?

-¿El qué?

-Estar enamorado.

-¿Por qué habría de molestarme?

- ... No sé... no me gusta la idea de depender de una persona, de las sonrisas de alguien ajeno a mi para poder sonreír, que me haga falta su presencia para poder respirar...

-¡¿No respiras cuando no estás conmigo?!

-...¿Eres tonto? ¿Cómo no voy a respirar?... lo que pasa es que ...sé que pareceré estúpida, pero se me olvida. Una vez Sonia me tuvo que decir que respirase, porque estaba morada...

-Jajajaja, ¿de verdad no respiras?

-¿A tí no te pasa eso?

-No. Pero eso no significa que no te quiera.

-¿Qué significa, entonces?

-Que cada día eres más despistada.


-.....





-Sí, creo que tienes razón.

lunes, noviembre 13, 2006

A través del cristal...

2006. nov. 13





Sentada en una terraza, en pleno mes de agosto, estaba ella, Alessandra, observando el interior de la cafetería.

Había mucha gente, demasiada, quizá, como para que ella se hubiese sentido a gusto dentro, y además, hacía demasiado calor. No, definitivamente, prefería sentarse fuera; además, así tenía una mejor perspectiva de ellos.

Ocupando una mesa, en un lugar alejado, había una pareja: un hombre y una mujer, él, y ella, noche y día, sol y luna.

Hablaba él, con la cabeza gacha, incapaz de mirarla a la cara, y ella lo observaba, entre dolida, confusa, enfadada y traicionada, pero no decía nada, y tampoco le exigía que la mirase a la cara. Alessandra supuso que preferiría que no lo hiciese, porque ella no quería llorar delante de él... ya no.

Susupiró, y dejó de mirarlos un instante. Se fijó en las palomas que se paseaban por la calle, buscando a alguien que dejase caer descuidadamente algo de comida. Pensó en lo agradable que debería de ser vivir la vida de paloma... pudiendo volar, libre... y sin necesidad de estar atado al maldito capitalismo. Se imaginó volando, muy lejos, y muy alto, lejos de todo y de todos...

Un grito suplicante la devolvió a la realidad, y volvió a mirar hacia el interior del bar, donde ella ya se había levantado, y salía de la cafetería, tratando de retener las lágrimas, y a él sentado aún en la silla, con la cara hundida entre las manos.

Alessandra se levantó, se dispuso a seguir a la chica, pero cambió de opinión y dio la vuelta, hacia el bar.


-Hola.

-No quiero nada, déjeme un momento porfavor, enseguida me iré- dijo él por toda respuesta.

-No vengo a decirte que te vayas... quiero que me digas lo que le has dicho a ella, que me hagas odiarte como te odia ella, quiero no querer que veas llorar a mi orgullo, quiero detestarte.


Él la miró, perplejo, sin saber qué decir, ni qué pensar de aquella extraña que le decía que quería odiarle. Y de pronto, todo su mundo se vino abajo, en un solo instante, con sólo sostener la mirada grisácea de aquella desconocida. Se partió el suelo a sus pies, y comenzó a llorar como un niño asustado.

Ella le pasó un brazo por encima y se lo llevó de allí, ante las miradas inquisidoras de todo el bar. Caminaron durante cinco minutos, hasta llegar a un bosquecillo apartado de la mirada del mundo, y allí ella dejó que él llorase en su regazo durante más de una hora lágrimas amargas y llenas de culpa.









Y entonces lo odió con toda su alma.

sábado, noviembre 11, 2006

Tengo hambre...de tí

2006. nov. 11


-Wow... qué profundo ha sonado eso...

-¿El qué?, si no he dicho nada.

-¿Seguro?, creo que tu estómago discrepa contigo, por mucho que le duela- sonrió, echando la cabeza hacia atrás para mirarlo a la cara.

Él se sonrojó un poco, pero siguió hablando:

-Es que todo esto es culpa tuya, desde que llegamos no has parado de hablar, y de contarme cosas, y de besarme...Me contabas algo durante cinco minutos, te quedas callada tres segundos y luego me besas, me cuentas algo, me miras y me besas... Ni siquiera me has dejado levantarme.

Ella lo mira, tratando de parecer ofendida, y le espeta:

-¿¡Yo soy la culpable de que tú no te sepas alimentar como es debido!? Creo recordar que fuiste tú, y no yo, el que decía todo el rato por teléfono: "Cuando te vea te voy a comer a besos... Tengo hambre de ti."

>Y yo llego, y me espero una bienvenida llena de pasión desenfrenada y loca, y lo que me encuentro es que soy yo la que tiene que hablar y que besarte para que reacciones, ¡parece que tuvieses dieciséis años, y no 28!


Y se quedan en silencio unos minutos, observándose, captando cada movimiento del otro, cada mirada, y sus corazones se aceleran, como si realmente volviesen a ser adolescentes. Finalmente, es él el que rompe el silencio.

-Y es verdad que tengo hambre de ti, que te comería a mordiscos, me bebería tu sangre, gota a gota, pero tú aún no me has dicho...¿tienes hambre de mi?


-...

Alza la mirada, muy seria, y lo mira a los ojos, y poco a poco, una sonrisa casi infantil, como la que tienen los niños al oír que dentro de poco será Navidad, se va dibujando en su rostro.






-Cómeme, pues.

viernes, noviembre 10, 2006

Vals

2006. nov. 10



Le gustaba sentarse a escribir en los recreos... siempre buscaba el sitio más apartado, y el más hermoso, pero nunca encontraba el sitio perfecto, y siempre andaba caminando, de un lado a otro, como el viajero perdido en el desierto que busca un oasis de ilusión.

Al final siempre acababa sentada en el mismo lugar, bajo una ventana y sentada en el suelo, con su música y la libreta como únicos compañeros, y su alma como guía. Y allí utilizaba los pocos minutos que le quedaban para dar forma a sus ideas, a sus deseos, a su imaginación... Pero sobre lo que más le gustaba escribir, era sobre sus amores, sobre los hombres a los que ama, a los que amaba y a los que amará, escribía sobre cómo sería el momento en el que sus labios rozasen los de él, lo que se dirían antes; le encantaba imaginarse cómo sería el juego que introduciría el amor en sus vidas, casi podía ver a Cupido enrojecer de la alegría al ver sus miradas cruzándose anhelantes...

Y entonces no podía parar de sonreír, y en silencio bailaba un vals inexistente, llevando un vestido rosado de gasa, que giraba con ella a cada vuelta que daba, como si estuviese cosido a su piel. En esos breves instantes en los que nadie la veía, y ella los veía a todos, se sentía feliz, y una sonrisa pícara amenazaba con querer establecerse en su rostro por el resto de su vida...



Y suena el timbre del fin del vals, cuelga su vestdo de gasa rosado y se vuelve a clase, y promete a sus acompañantes que volverá para bailar otra vez con ellos. Cuando regresa al aula se convierte sólo en la chica que saca buenas notas y que gusta de escribir para ella en sus ratos libres, y que no soporta que nadie lea lo que ella lee...



Y sonriendo miraba la moza...

¿A quién?

Nunca lo sabrá.

jueves, noviembre 09, 2006

Post...algo

2006. nov. 9


-¿Qué haces?

-Escuchar música.

-Eso ya lo veo, ¿pero qué haces escuchando esa música?

-Nada. ¿Qué tiene de malo que escuche esta música en concreto?


-No sé, creía que habías dicho que se había acabado...

-Y no he dicho lo contrario..

-¿Y entonces?, ¿Qué haces escuchando algo que se supone que pertenece a algo que ya se habia acabado?

-Me gusta recordar...y puede que escuchándola, encuentre el error...

-No lo encontrarás ahí, lo sabes...

-...

-Lo echas de menos.

-No me acuses de nada, tú también lo echas de menos.

-Sí, pero yo no me regodeo en ello.

-Eso es lo que tú te crees...

miércoles, noviembre 08, 2006

Hasta la próxima...

2006. nov. 8



"Fin"

- Ya está.

-¿Ya?

-Si.

-Pareces muy satisfecha...

-¿Y por qué no habría de estarlo?

-No lo sé... ¿tal vez por que se ha vuelto a acabar, y no se diferencia en nada de las demás?

-¿De verdad crees que no se diferencian en nada?

-...Bueno, nada, nada, lo que se dice nada... pero el resumen es el mismo.

-Ya...

-¿Crees que cambiará alguna vez?

-Es posible... realmente, espero que sea asi.

-¿Cuando?

-Cuando esté preparada... o cuando logre averiguar en qué es en lo que me equivoco...

-.... Eso te lo podría decir yo. ¿Te lo digo?

-¿Tantas ganas tienes de que cambie?

-Sí. ¿Te lo digo?

-...No.

-¿Por qué?

-Porque si me lo dices tú, será como si yo nunca lo hubiese descubierto, no aprendería de ese error; sin embargo, si lo averiguo yo sola, podré solucionarlo, y estaré alerta para no cometerlo más...

-¿Por eso no le has puesto el punto al "fin"?

-Si.


martes, noviembre 07, 2006

Dilema...¿filosófico?

2006. nov. 7


¿Qué es lo que se ha de hacer? ¿Qué he de pensar? ¿Qué es lo que he de decir, de creer, de soñar, de dudar?


Se me ha dado una conciencia, la capacidad para pensar, para discernir entre una cosa y otra, saber qué esta bien, y qué mal...


Sin embargo, ante lo que más anhelo saber ahora mismo, incluso más de lo que antes consideraba primordial (¿lo he considerado importante alguna vez?), me siento impotente al no saber qué pensar, qué creer o qué decir.


Escucho tus palabras, las de los demás, y empiezo a creer que tenéis razón, que yo me he equivocado, pero algo en mi fuero interno se remueve, rabioso y salvaje, recordándome con cruel alegría, que no porque el pueblo en completo se pusiese en contra de Galileo, tuviesen ellos más razón, que en ocasiones son las masas las que mayor probabilidad tienen de equivocarse...

¿Pero es ese mi caso, o no? ¿Para qué se me dio la capacidad de razonar si no sé hallar la respuesta a la más simple de sus preguntas?

lunes, noviembre 06, 2006

"Cuando la niebla el mundo me velaba"

2006. nov. 6


Es curioso la cantidad de impulsos nerviosos, los deseos secretos, ocultos incluso para el propio que anhela, que llevan a las personas a realizar las cosas, a desnudar el alma ante los extraños, y a esconderla ante los más cercanos.


Hay ocasiones en los que se piensa que se muestran cosas a las personas equivocadas, o tal vez se le muestran las cosas que no querian ver. Es un círculo vicioso, la libertad...


Yo tengo el derecho, como persona, de poder decir lo que siento, lo que quiero, lo que anhelo, lo que deseo, lo que me gusta y lo que no...las personas a las que amo, y a las que, simplemente, me son indiferentes.


Pero tú también lo tienes, y tienes el derecho de no querer escuchar lo que yo digo, hablo y siento, y ahi se enfrenta todo, y comienza el dilema...







Es esta maldita mania humana de desear siempre lo imposible lo que me vuelve loca, lo que me hace querer entender por qué es imposible...



No sé si pedir perdón o esconderme debajo de las sábanas....se adminten opiniones :]

domingo, noviembre 05, 2006

Excusas...

2006. nov. 5

Excusas... para todo.

Para amarte, para odiarte, para desearte, para olvidarte, para olvidar que te olvido...


Para volver a amare cuando vuelves, para encerrarte cuando te vas.


Excusas para sonreír cuando te hablo, para decirte cosas que no diré a nadie más.


Excusas para fingir que no me importa que ella te importe, para fingir que no hay noche que no me pregunte por qué.


Excusas para querer que me quieras, para no llorar por ti... nunca he llorado por ti, ¿sabes?


Excusas para no dejar de dormir por ti, para escribir por ti, para esconderme de ti, y para entregarme sin miedo a la incertidumbre de tu mente.


Eso es lo que anhelo de ti, todo eso por lo que busco excusas reside ahí.

Es tu razón para ser como eres, para amar como amas, para decir lo que dices...para hacerme sentir como siento, para ser como lo eres tú...

Y siempre pienso, cuando descubra todo eso...¿Cuál será mi excusa?





"Disculpe, pero creo que me he enamorado de usted..."











¡¡MENTIROSA!!

viernes, noviembre 03, 2006

En el parque...

2006. nov. 3



-¿Ahora?

-Sí, ¿por qué no?


Ella lo miró fijamente, esperando descubrir el brillo de la broma en sus ojos, pero para su sorpresa, sólo encontró la firme determinación de quien espera una respuesta.


-¿Y?- repitió, impaciente.

-Esta bien, -sonrió ella- pero ¿qué vamos a bailar?


Él se quitó un auricular de la oreja y se lo tendió a ella; esaba sonando una canción de F. Lomuto; lo miró, buscando algo, quizá intentando entender, pero él ya se había colocado el otro casco en el oído, y la agarraba por la cintura.


- El único inconveniente será que tendremos que estar algo pegados- dijo, refiriéndose al cable de los auriculares.


-No creo que eso sea problema- bromeó.


Él la miró con una sonrisa que habría derretido al más frío corazón, y comenzó a guiarla. Y poco a poco se fueron dejando llevar por la música...


Horas más tarde, la gente que pasaba por allí, contaría que habían visto a dos amantes bailar en el parque, al son de un tango inexistente.














Inspired by AsDePiqas

jueves, noviembre 02, 2006

Anhelos

2006. nov. 2



Luna y sol

Noche y día

Ying y yang

Hombre y mujer

Cara y cruz

Bien y mal

Amor y odio

Significado y significante

Daño y perdón

Deseo y censura

Tú... y yo





¿Qué más necesitas?