martes, enero 23, 2007

Las nubes y el sol

2007.ene. 23


Un montón uniforme de nubes grises y deprimentes cubrían el cielo, desafiantes para con todos aquellos que habían salido a la calle, tras tres interminables horas de encarcelamiento cruel y despiadado, para poder contemplar y sentir el sol jugando con sus ojos, calentando su piel.

Ella no quería ser menos, y, dispuesta a jugar la media hora de permiso, cruzó la puerta, y alzó la vista al cielo, esperanzada, y tras ver un enorme y burlón "¡JA!" dibujado en las nubes, lanzó un suspiro de resignación, y lanzó una muda maldición a esas gordas y aburridas viudas del cielo..."Envidiosas", pensó. Luego miró a su izquierda, y observó cómo le quitaba el cuaderno suavemente de las manos, como si pretendiese que ella no se diese cuenta, y casi murmuró:

- Quiero leer aquello...


Ella sonrió y lo dejó hacer...no iba a encontrar nada. Siempre escribía cosas pensando en que él las leyera, pero, una vez se encontraba en la situación, le entraba el miedo, miedo porque ella solo escribía por escribir, por contar las locuras que se le pasaban por la cabeza, las tonterías, los delirios de grandeza... Casi nadie veía eso, aunque todos lo leyesen, o lo creyesen; sólo veían palabras enlazadas unas con otras con determinantes, pronombres, nexos de unión...pero cuando él lo leía, la veía a ella, la veía a ella contándole todas esas cosas, observaba su alma multiforme, esa alma que ella abandonaba y abría en cada párrafo que escribía pensando en él.

Abrió el cuaderno naranja por la página, pero se encontró con que habían páginas arrancadas, la miró, y, sin darse por vencido, siguió rebuscando en la libreta, en busca de algo, por mínimo que fuera. Y lo descubrió. Una pequeña página con las lineas de color verde, y letras tatuadas en los recuadros de color azul.

-Esto no lo vi el otro día- dijo

Ella no sabía que decir, no recuerda si respondió algo o no, los nervios eran demasiado grandes. Leyó la primera línea, o la primera palabra, y dijo:

-Ay, este soy yo en todos lados

Comenzó a leer en voz alta, la suficiente para oírlo los dos.

-"Y él..."

Ella se asustó un poco, le agradaba estar así, pero nunca le había gustado que leyesen cosas que ella había escrito en voz alta.

-No, Juan... vale que lo leas, pero en voz alta no, por favor...

Él hizo oídos sordos y, jugando, comenzó a leer de nuevo, ella se acercó a él y le tiró suavemente de la manga y, con la cabeza gacha, dijo:

-Oye...no lo leas en voz alta, que me da vergüenza....

Y él le pasó un brazo alrededor de los hombros y la atrajo hacia él, y ella hundió su cara en su pecho, sintiendo que el corazón le iba a estallar...


Sintiendo que el corazón le iba a estallar...



A estallar...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

You can erase someone from your mind. Getting the out of your heart is another story. "Eternal Sunshine of the Spotless Mind"

AsDePiqas dijo...

y entonces
PUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUM





Que liiiiiiiiiindo^^

Libelle dijo...

Siiiiiiiiiiiiiii lindisimo!!!!! >//<