sábado, marzo 10, 2007

Picasso, 1957

2007.mar.10 (del día 6)

Se paró el tiempo. Quedaron solos en la habitación él, en la foto prisionero, y ella, perdida, clavada en el suelo ante el pasado, incapaz de mover un músculo, de articular una palabra, sólo su corazón quedaba con vida dentro de ella, latiendo desbocado... ¿Cómo había podido vivir tanto tiempo...así?
Dos lágrimas furtivas rodaron por su rostro, tímidas mensajeras del torbellino que nacía dentro, incapaz de separarse de él, tan pronto. Fue el hecho de sentirlo tan cercano de pronto, el que la hizo darse cuenta de que no era imposible, él también era humano, tambien podía ser amado... y era tan sencillo.
En el camino de vuelta no fue capaz de articular palabra coherente salvo unos pocos balbuceos...pero no se daba cuenta, o no le importaba nada. miraba a su alrededor, observaba su reflejo en los escaparates y no lo sentía suyo; éste se había quedado atrás, prisionero voluntario por siempre de aquella humanidad tan dolorosamente lejana, con las dos lágrimas por siempre rodando por su rostro...



































5 comentarios:

AsDePiqas dijo...

Has vuelto a tu sutileza de siempre.



¡¡¡Qué bien!!!

Libelle dijo...

La verdad es que si :P

Libelle dijo...

Por cierto, la foto de la que hablo es de Henri Cartier-Bresson, y está en una exposición de Caja Canarias del mismo autor. La foto, como no, es de Picasso, y como no he podido encontrarla por internet, me he tenido que conformar con esta, que tampoco está tan mal :P

Smilegirl dijo...

El pasado nunca debería condicionarnos, pero lo hace...

me encantó todo pero sobre todo el final ^^ como siempre :D

muakis!

Libelle dijo...

Dragonfly: Balbucear...yo en ocasiones sufro balbuceitis crónica :P

Besos ^^

Smilegirl: El pasado nos condiciona porque por el parendemos y por el somos quienes somos...sin el pasado no somos nadie, y sin el futuro nunca llegaremos a ser nada :P

Besitosss!!!