lunes, julio 02, 2007

Mi cuento de los 17

2007.jul.2



Simple, corto, ¿infantil?, lindo, y mi primer amor infantil de los 17.

Se compone de doce páginas mágicamente distribuidas, con unos dibujos que ocupan dos folios, y el mayor párrafo en una sola página tiene siete líneas.

La palabra o palabras más complicadas que he visto, son "ruborizaba", "tapiz", "dicha", "planicie"...y ya está. Teniendo en cuenta que está recomendado para niños de cuatro años...

¿Cómo supe que me había enamorado? Hace exactamente dos semanas fui a la biblioteca pública con mi hermano de cuatro años e, inspirada por un cuento que le habían regalado, decidí sacar un libro para él, un libro que le gustase, y le encantase, un libro que poder contarle todas las noches y sacar una y otra vez de la biblioteca para lograr que él soñase mejor...

Pero las flechas del Cupido de los libros iban dirigidas a mi, y me di cuenta de ello cuando me hallé a mi misma, mujer adolescente de 17 años, peleando, rogando, casi al borde de las lágrimas, suplicando a mi hermano, de cuatro años, que eligiese ESE libro para que yo se lo sacase. Mis dotes de persuasión no están en un buen momento, y acabé sacando uno de ciervos para él, que, dicho sea de paso, me negué en rotundo leerle.

Dos semanas después de esto, es decir, hoy, fui a la biblioteca a devolver el libro que había pedido para mí de Roald Dahl y el que saqué para mi hermano, que nunca escuchó, pero porque no lo pidió. Una vez hube depositado esos dos cofres con secretos en las manos arrugadas y sedientas de aburrimiento de la bibliotecaria, me dirigí directa a la sección infantil, rogando al cielo, a Dios o a la ley Cósmica de la Tostada que ningún niño con las manos llenas de galletas hubiese sacado MI libro. Efectivamente, ahí estaba. Esperándome, paciente, con sus dibujos enormes y simples, y con sus letras grandes y sus párrafos cortos aguardando a que yo lo sacase de esa estantería fría y abandonada de los amantes de la verdadera historia de Romeo y Julieta.




En ocasiones me da la impresión de que los libros infantiles contienen menos mentiras que los demás...



















3 comentarios:

AsDePiqas dijo...

Libelle, eres comestible.

AsDePiqas dijo...

(de tan tierna)

Smilegirl dijo...

Jajaja yo también suelo rebuscar libritos de esos con la excusa de leerselos a algún pequeñajo, pero en realidad coincido contigo, son tan simples, directos y encantadores que me pasaría horas y horas leyendolos para mi misma :P

Me guto!^^
Besitossssss!!!!!!!!

PD: Yo también tengo 17 ;)